Llega la solución definitiva para las molestias de usar mascarilla en labios y nariz

Llevamos meses usando obligatoriamente las mascarillas por la pandemia del coronavirus y aún nos quedan muchos por delante, ante el invierno que tenemos que afrontar en las próximas fechas. Y el uso de estos 'tapabocas', como se llaman en América Latina, nos originan distintas molestias.

Algunas de ellas son el cuidado de la piel, ya que han aparecido muchos casos de piel resecada en el rostro por el uso continuado durante horas de las mascarillas, sobre todo las de tipo desechable, que son más agresiva por los tejidos empleados en su fabricación.

Otro problema solía ser el del dolor local en las orejas al tener que aguantar las gomas tirantes de la mascarilla, solucionado en parte con el accesorio de los llamados 'salvaorejas', que son unas tiras con muescas para adaptar a nuestro tamaño de rostro cada mascarilla y evitar tener que sujetarla con el pasador apoyado en nuestras orejas.

Pero aunque usemos las llamadas higiénicas o lavables, de varios usos, hay un problema común entre toda la población y es que es complicado poder hablar mientras tenemos la mascarilla puesta.

A la incomodidad de tener que mover y rozar los labios con la mascarilla para conversar se le une otro problema habitual que es el roce continuo con la nariz, que causa dolor local y molestias y picores en nuestras fosas nasales.

Pues bien, desde hace unos días se han popularizado los llamados 'moldes' o monturas para mascarilla. Se trata de un pequeño armazón blando, de silicona o goma, que deja el hueco perfecto entre la tela y nuestra boca y labios a través de este accesorio.

Se puede colocar sin problemas con cualquier mascarilla y no interfiere en la protección que suponen para la sociedad, tanto para el contagiado como para el posbile contagiador.

Estos 'moldes' suelen estar a precios muy bajos y hay posibilidad de comprar packs de varios para así compartirlos con familiares y amigos.

Sin embargo, muchos usuarios se han hecho con mascarilas algo más caras, de más de 10 euros, que tienen ya espacio sobrante entre labios y tejido, para dejar hablar sin problemas