Una tan penosa como insoportable mansada del hierro de Alcurrucén, otra más, dejó en agua de borrajas los intentos de una terna de corte artísitico, compuesta por Diego Urdiales, Alejandro Talavante y Daniel Luque, por alcanzar el éxtio que buscaban, y buscaron toda la tarde. Sólo la firmeza y clase de Luque, con el lote menos malo, le permitió brillar algo más e incluso dar una vuelta al ruedo en el último, como informa Alejandro Martínez.
Insoportable en juego pero también en presentación, ya que a su descastamiento se unió el mal trapío general de los toros, muy sueltos de cara. Luque (saludos tras aviso y vuelta tras aviso) se salvó algo de la quema, y estuvo por encima de su lote.Con claridad de ideas en ambos, con el tercero se dobló por bajo pero sin llegar a otra cosa que algún bello muletazo de vez en cuando, igual que en el último, al que mató de una buena estocada.
En menor medida le dejaron siquiera a Urdiales (palmas tras aviso y silencio) sus dos enemigos, ya que el blando que abrió festejo hasta se echó en la arena al rato del muleteo y allí hubo de ser apuntillado. Mientras que el otro era un manso de carreta. A Talavante (silencio tras aviso; saludos) su primero no le dejó ni opción y con el quinto anduvo sobrado y fácil, siempre muy vertical y con el compás cerrado.
Si (
No(
