Los adolescentes cada vez se inician antes en el porno, de hecho según los datos del Ministerio de Igualdad 6 de cada 10 consumen porno habitualmente y muchos empiezan en los 8 años.
Más allá de los riesgos de malas prácticas sexuales, roles sesgados y adicciones, la ginecóloga Miriam Al Adib ha advertido en la Cadena SER de los complejos que empieza a generar a las niñas.
Y es que el consumo temprano del porno no ha derribado los tabús de comunicación sobre cuestiones de sexualidad entre padres e hijos y la especialista ha detallado las dudas que trata en consulta con el público adolescente.
Le ha llamado la atención que en los últimos tiempos han acudido muchas niñas (y también sus madres) acomplejadas por su vagina.
"En el porno, las vulvas son de mentira. Son de mentira porque las vulvas que veo en la consulta no suelen ser como las de la Barbie. En el porno aparecen completamente sin pelo, de color rosa y con los labios internos pequeñitos", ha explicado.
Pero cuando los más jóvenes ven porno no son conscientes y se comparan y ha atendido en consulta a niñas asustadas por el tamaño o la forma de su vulva.
Operarse la vagina por estética, nuevo efecto del porno en adolescentes
"Me han llegado a venir niñas de 13 años con su madre diciendo que lo tienen muy raro". Pero la ginecóloga ha enfatizado que "lo raro" son las vaginas o vulvas que se muestran en el porno, pues es "habitual" que sobresalgan algo los labios. Aunque ha remarcado que "no es nada raro" y que no supone ningún problema.
Ante esto, ha alertado de que estos complejos afectan también a mujeres adultas y que cada vez más se someten a operaciones para reducir el tamaño de sus labios sin necesidad, solo por mera estética.
"Tienen un complejo tremendo porque creen que sus vulvas están mal. Y yo he visto en la consulta cantidad de casos que me están viniendo por ese motivo y les tengo que decir que no hay ningún problema con ellas", ha relatado.
Ha hecho un llamamiento a las mujeres que se quieran someter a este tipo de operaciones y les recomienda no hacerlo por culpa, asco o vergüenza; motivos que considera erróneos.
"Por favor, hagas lo que hagas, que lo que te lleve a eso no sea la vergüenza, ni el asco ni la culpa, porque entonces te estás equivocando. A mí me da mucha pena", ha lamentado.
Algunas mujeres pueden sufrir cierto grado de atrofia en los labios internos o externos que suponga una disfunción grave y provoque dolores en las relaciones o un malestar íntimo permanente. Es entonces cuando, por temas de salud y bienestar, los profesionales sanitarios recomiendan operaciones o tratamientos.
La experta siempre aconseja tratar el malestar íntimo ya sea porque se sufran dolores, picores o cualquier tipo de molestia; pero no por fines estéticos ya que el patrón normal no existe.