Pere Aragonès

Novedades en torno a un tema que hasta ahora parecía cerrado para Pedro Sánchez y su PSOE: en un desayuno informativo en Barcelona, el vicepresidente del Govern y número 3 de ERC, Pere Aragonès, y el diputado y portavoz en el Congreso Gabriel Rufián han insinuado este viernes que no impedirán la investidura del actual presidente para su reelección, evitando así un mal peor para ellos, que sería que gobernasen "las derechas", PP, Ciudadanos y Vox. Aragonès confirmó que no habrá "líneas rojas" para ofrecer su apoyo a la investidura, pero sin implicar un "cheque en blanco".

El Govern ha acusado al Gobierno de Pedro Sánchez de romper el diálogo en Cataluña por ceder a las presiones de la ultraderecha española. Asimismo, su portavoz confirmó que el cese de las negociaciones que se materializó a través de mensajes de Whatsapp en el último momento en lo que interpretan como un giro de última hora debido a las presiones de la Ciudadanos, PP y Vox por la manifestación convocada en Madrid.

El president de la Generalitat, Quim Torra, y el vicepresidente Pere Aragonès (ERC), se reunieron esta mañana para tratar la crisis abierta en el Govern catalán por las discrepancias entre JxCat y ERC sobre cómo aplicar la orden de suspensión contra Carles Puigdemont y los diputados acusados de rebelión. Tras la cita, Quim Torra compareció ante los medios junto a Aragonès y admitió que aunque dan por salvada esta pequeña crisis, tendrán una posible fecha de caducidad: la sentencia del Tribunal Supremo contra el procés soberanista, que decidirá la suerte de los presos catalanes. También puso Torra fecha de caducidad al acuerdo con el PSOE para mantener a Pedro Sánchez al frente del Ejecutivo central.