Un espectáculo ideado y dirigido por José Luis Gómez, quien firma al tiempo la dramaturgia junto a Javier Huerta Calvo, y que ha sido producido al alimón por la Compañía Nacional de Teatro Clásico y Teatro de La Abadía, es garantía absoluta de calidad y excelencia en su factura. Y, en verdad, este ‘Vuelan palomas’ es una auténtica maravilla: un espectáculo medido (poco más de una hora), en donde brillan con luz propia la palabra y los actores arropados por un equipo artístico de ensueño. Por el momento puede verse hasta el 22 de este mes en La Comedia (Sala Tirso de Molina) y unos días después en La Abadía, pero intuyo que habrá muchas más representaciones en los próximos meses —incluso años—, porque el montaje es de los que hacen época.
Para empezar, en los tiempos que corren es más que infrecuente llevar a un escenario el género del sermón religioso, de tanta influencia no sólo en el ámbito que le es propio, sino también en el de la lengua, y en el social y político. No olvidemos que, en nuestro país, fue precisamente desde los púlpitos desde donde se alentaron las persecuciones de judíos, musulmanes o protestantes, o la misoginia.
Y para justificar la brillante idea de Gómez, fue precisamente su compañero de la RAE y ahora también director de La Abadía, Juan Mayorga, quien en la presentación del montaje se refería a estos sermones como “textos que son realmente de literatura dramática porque estamos ante un género parateatral”.
Sobre el escenario ponen cuerpo y dan voz a aquellos predicadores del pasado (Gerónimo Morales, Alonso de Cabrera o El Lunarejo), los magníficos actores Clemente García, Alberto Granados, Roberto Mori, Lidia Otón y Marcos Toro. Y también mujeres místicas del siglo XVI que no necesitaron subir a los púlpitos para utilizar la palabra a la hora de mostrar su fuerza moral: de Teresa de Cartagena a sor Juana Inés de la Cruz, hasta enlazarlos finalmente con la figura de la filósofa María Zambrano, ejemplo de honestidad y compromiso con la España que desembocó en una guerra civil que trajo consigo su exilio y el de tantos otros intelectuales de la época (“¡Ay, España, España...!”).
Impresionante la escenografía que ha ideado Elisa Sanz rodeando el escenario de la Sala Tirso de Molina de tres grandes muros grises con un sinfín de huecos en donde anidan las palomas. También el trabajo musical y sonoro (gorjeo de las palomas, tormentos a detenidos por la Inquisición…), de Alberto Granados que, situado al fondo, en el mismo centro del escenario, maneja un sintetizador que envuelve el montaje en piezas musicales que van desde J.S. Bach o de músicos barrocos españoles hasta sonidos actuales que se acercan a los que presentan algunos DJ en sus actuaciones. La hermosa iluminación tenebrista de Raúl Alonso, el precioso vestuario de reminiscencias clásicas y contemporáneas de Deborah Macías (singularmente el manto reversible, azul y negro, que viste a Lidia Otón), el trabajo de maestra de cuerpo de Mar Navarro y la videoescena de Jorge Vila.
El montaje es un auténtico bombón sólo apto para paladares del mejor gusto teatral, de modo que mejor absténganse quienes vayan al teatro buscando una forma de evasión y no de pensamiento, de reflexión y de belleza plástica en movimiento.
‘Vuelan palomas. Arte de sermones para tiempos inciertos’
De José Luis Gómez y Javier Huerta Calvo
A partir de sermones del siglo XVI
Idea y dirección: José Luis Gómez
Texto: José Luis Gómez y Javier Huerta Calvo
Escenografía: Elisa Sanz
Iluminación: Raúl Alonso
Vestuario: Deborah Macías
Composición musical y espacio sonoro: Alberto Granados
Maestra de cuerpo: Mar Navarro
Videoescena: Jorge Vila
Ayudante de dirección: Álvaro Nogales
Realización escenografía: Scnik
Realización vestuario: Isabel López, Paloma de Alba Sastrería y Gracia y Cristina Collado
Ayudante de producción: José Luis Sendarrubias Coproducción: Compañía Nacional de Teatro Clásico y Teatro de La Abadía
Teatro de la Comedia, Madrid
Hasta el 22 de octubre de 2023. Después, en Teatro de la Abadía, de 26 de octubre al 12 de noviembre de 2023