Una ficción basada en varios casos reales de apuñalamientos de menores, por lo que entender Jamie, que mata a una compañera de instituto en un ataque de ira inexplicable, se ha vuelto una necesidad para muchos.
La serie está triunfando en multitud de países y ha calado muy profundo especialmente en los progenitores, que se ven reflejados en los padres de Jamie, ajenos a su mundo interior y superados por la situación.
El sándwich: una escena muy especial...
Además de desvelar el código secreto de los 'incels'y su gran influencia en los adolescentes así como alertar de los peligros de las redes y de la falta de comunicación; la parte psicológica de la serie es magistral.
La forma que Jamie pasó de ser un niño indefenso a un individuo intimidante y arrogante fue simplemente aterradora.
Ahora se está hablando mucho de 'la escena del sándwich'. La charla entre Jamie y una psicóloga independiente, que hace de perito judicial, Briony Ariston, tiene lugar en el aplaudido capítulo 3 y casi nada más empezar se observa como la profesional inicia la sesión dándole un sándwich y una bebida caliente.
El perfil psicológico que muestra Jamie
El capítulo acaba con un Jamie pidiendo a gritos (literalmente) aceptación, iracundo y con dificultades para controlar la ira. Además de una confesión peculiar del crimen, sin darse cuenta.
Pero antes de ello, al inicio, la serie ya da pinceladas del perfil psicológico del joven que pasan desapercibidas pero que son clave.
La psicóloga Karla Paulina Sánchez Horta (@psicologapau_) analiza en sus redes escenas icónicas de series y da el enfoque profesional de la psicología.
En este caso, la escena del sándwich de 'Adolescencia' no es al azar y según la experta es para probar la reacción del joven ante algo que no le gusta.
El sándwich lleva pepinillos y no le gustan, pero no lo dice directamente. Intenta ser educado y agradecido y dice que lo guardará para luego.
Para la especialista esto es una clara muestra de que evita el conflicto y el desagrado del resto, por eso no es capaz de decir al principio que no le gusta.
Un detalle muy sutil, pero que ya muestra parte de los problemas que sufre y que le arrastraron al asesinato.
En un momento de la charla entre niño y psicóloga, él se pone iracundo y ella interrumpe la visita. Cuando lo hace, es una trampa, y se va a la sala de videovigilancia para ver en directo su reacción ante las cámaras. Lo hace, por cierto, aguantando al vigilante de seguridad, que no deja de hablar con ella y coquetear. Pero ella se concentra y lo hace para ver cómo se comporta Jamie estando solo y si toca o no el sándwich.
Con esta escena se ve a un Jamie educado y aparentemente tímido, pero a medida que la psicóloga va entrando en temas delicados como su relación con las mujeres o sus referentes masculinos, el joven va cambiando hasta perder por completo los papeles.
Tanto el joven y debutante actor Owen Cooper (Jamie) como la más experimentada Erin Doherty (Briony) han sido elogiados ambos por su gran actuación en este plano secuencia de casi una hora. La toma final fue la segunda.
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