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'Juego de Tronos' 8x01: Echando la vista atrás
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'Juego de Tronos' 8x01: Echando la vista atrás

lunes 15 de abril de 2019, 10:49h
El invierno ha llegado en plena primavera y la última temporada de 'Juego de Tronos' ya está aquí. El primer capítulo ha comenzado con la llegada de un rey (en este caso reina) a Invernalia con su séquito. Un niño corre a subirse a un lugar alto para poder presenciar todo y ver la espectacular llegada. No es el único guiño al primer episodio de la primera temporada, hay muchos más desde el misterio que rodea a los orígenes de Jon Snow hasta, por supuesto, el final con Jaime y Bran. Es como si los creadores supieran que en estos (casi) dos largos años desde que se emitió el último episodio de la séptima temporada, los seguidores hubiéramos estado echando la vista atrás y viendo los episodios antiguos.

((ATENCIÓN SPOILERS))

Es algo que este episodio hace desde el principio, echar la vista atrás y conectar la serie con sus comienzos. Desde luego los protagonistas (los que quedan) han cambiado mucho y los Stark supervivientes son bastante menos ingenuos que hace diez años. Esa primera escena es maravillosa pero no todo es positivo en este episodio. Puede que las ganas de volver a encontrarse con los personajes, las múltiples quinielas y la larga espera hayan hecho que las expectativas fueran demasiado altas pero sabiendo que el final se acerca, parece como si hubieran malgastado uno de los únicos seis episodios que faltan en, simplemente, volver a colocar las piezas del tablero. Es un episodio lleno de bonitos reencuentros para prepararnos para las más que probables despedidas, por ejemplo, Jon con Arya y Sam, Arya con Gendry y Sandor 'el Perro' Clegane, Sansa con Tyrion, Theon con Yara o Jaime con Bran. Pero lo único que ocurre que realmente mueva un poco la historia es la liberación de Yara por parte de su hermano Theon. Y hasta esta resulta algo anticlimática al no estar presente Euron.

Pero es que hasta la deseada revelación del verdadero parentesco de Jon Snow se ha hecho tarde, la única razón que se me ocurre para que Bran y Sam la retrasen es que así los guionistas pueden meter el bonito paseo de Daenerys y Jon en los dragones, pero es que, ni siquiera, se ha terminado de resolver. Tendremos que esperar hasta el siguiente episodio para que Daenerys se entere y reaccione ante el hecho de que su amante es en realidad su sobrino, y lo que es increíblemente más peliagudo, que tiene más derecho que ella para reclamar el trono de hierro. Lo malo es que a estas alturas todavía estemos preocupados por quién se sienta allí, con una horda de muertos vivientes viniendo al encuentro de todos. Y es que Jon ya ha dicho, por activa y por pasiva, que no quiere ningún trono. Si es así, ¿no sería lógico que renunciara a sus derechos y delegara en Daenerys, para centrarse en la lucha realmente importante?

Y volviendo al paseo con los dragones, muy bonito visualmente, pero ¿no podrían haber aprovechado el viaje para echar un vistazo al ejército de muertos? Es como si todo el mundo hubiera olvidado que el Muro, una construcción con miles de años de antigüedad, ha caído y los muertos se encuentran a unos pocos kilómetros de distancia. Aun así el episodio ha tenido buenos momentos como el momento de humor protagonizado por Tormund y sus ojos azules. La aparición de una verdadera sensación de peligro nen esa misma escena, con la terrible muerte del heredero Umber, es el único momento en el que nos han recordado la principal amenaza que se cierne sobre Invernalia, mucho más que Cersei, Euron y la compañía dorada (tengan o no elefantes). Por cierto para los amantes de las teorías de la serie, la disposición de los símbolos del cadáver del joven Umber recuerda al escudo de la casa Targaryen y ya había aparecido una vez más con otros restos dejados por los del Rey de la Noche sobre la nieve.

En general ha sido un buen episodio, pocas cosas hay en televisión más adictivas que esta superproducción, pero debería haber dado algo más de sí. Se podrían haber permitido un episodio introductorio si esta fuera una temporada de 10 capítulos, pero con tan solo cinco capítulos por delante, parece que se han tomado las cosas con demasiada calma. Las piezas vuelven a estar colocadas y los personajes principales vuelven a reencontrarse pero no hubiera estado de más que la acción hubiera avanzado algo más. Justo en el momento en el que la fantasía se ha hecho realidad, con los Caminantes Blancos andando por Poniente, la serie ha vuelto a girar en torno a la política. Fue lo que mejor se le dio en las primeras temporadas pero puede que ahora, en el momento en el que las terroríficas historias de la nana de los Stark de la primera temporada se han hecho realidad, importe mucho menos quién se sienta en el trono y mucho más seguir vivo.

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