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'Juego de Tronos' 8x05: Las campanas
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Crítica y análisis de 'Juego de Tronos' 8x05: Las campanas

lunes 13 de mayo de 2019, 11:45h
((ATENCIÓN SPOILERS))

Evidentemente este va a ser uno de los episodios más divisivos de la historia de 'Juego de Tronos', uno en el que uno de sus dos personajes principales lleva a cabo el arco de transformación con el que han estado jugando sus creadores toda la temporada, Daenerys se convierte en la digna heredera de su padre, se convierte en la 'Reina Loca' y convierte Desembarco del Rey en pasto del fuego y las llamas, matando por el camino a miles de inocentes. ¿Ha estado bien llevado? Si quieren mi opinión personal, no, ha sido un fracaso absoluto.

Y es que, efectivamente, llevaban toda la temporada dejándonos pistas sobre este escenario, pero siempre eran cosas que pensaban otros, Varys, Sansa, Tyrion... no hechos que viéramos respaldados por acciones. Al final Daenerys no solo estaba loca, es que era una genocida que ríete tú de los Caminantes Blancos, en un increíble giro de guión ha pasado de ser la liberadora de esclavos a la chamusca mujeres y niños. ¿La razón? "Jopé, es que no me quieren". Estamos hablando de la misma jovencita a la que su hermano vendió como mercancía, la que vio como su amado primer marido moría tras ser engañada por una bruja, la misma que renació de las cenizas co tres pequeños dragones. Bien, pues lo que la ha impulsado a la locura y al genocidio es que una ciudad se rinde ante ella, consiguiendo con ello todo por lo que llevaba luchando desde el principio. Así que los creativos deciden convertirla en una asesina en masa porque, a pesar de que lo ha conseguido, no se siente amada y quere ser temida (a lo mejor debería pensar que para ser temida debe quedar alguien vivo que te tenga miedo).

Hasta ahora no había flaqueado a la hora de castigar a sus rivales y a todos los que se la habían opuesto. ¿Entra en eso toda una ciudad, llena de gente inocente? Difícilmente, sobre todo si estamos hablando de un personaje que encerraba y encadenaba a sus tres dragones en una mazmorra después de que estos, accidentalmente, quemarán a 'una' niña pequeña.

Lo de la locura de Daenerys ha sido totalmente precipitado, no tanto porque no pudiera ser posible, sino por la rapidez de la transformación y, sobre todo, por su gratuidad. La Targaryen no quema la ciudad porque Cersei se resista o cualquier otra cosa, la quema porque sí, una vez rendida y derrotada completamente. Tampoco decide ir a por Cersei y hacerlo personal, acabando con ella y sus más cercanos de la manera más horrible, decide quemar calle tras calle, casa tras casa, hasta no dejar nada. Estamos hablando de la misma persona que le decía hace poco a Tyrion: "Nuestros padres fueron hombres malvados. Dejaron el mundo peor de lo que se lo encontraron. Nosotros no vamos a hacer eso, nosotros vamos a dejar el mundo mejor de cómo lo encontramos". Parece ser que no, porque Daenerys ahora es Thanos y 'Juego de Tronos' se ha convertido en un espectáculo de fuegos artificiales como las películas de Marvel.

Los creadores se han volcado por la espectacularidad y la fanfarria antes que por la coherencia de sus personajes, han fracasado miserablemente. Uno no se cree nada de lo que está viendo. Daenerys diciéndole a Tyrion, por cierto hemos hecho prisionero a tu hermano, lo que básicamente es un "corre, vete a liberarlo". O ese momento tan estúpido en el que Euron Greyjoy llega a la playa después que que hundan su barco, justo en el momento en el que, de todas las personas posibles, la que pasa por allí es Jaime Lannister. Tras otro combate absolutamente típico, sus últimas palabras son "soy el hombre que mató a Jaime Lannister" cuando en realidad deberían haber sido "soy el peor personaje de 'Juego de Tronos'". Por supuesto, tampoco es el hombre que mata a Jaime Lannister, ya que este es capaz de llegar con dos puñaladas ante su querida/amada Cersei para poder tener una despedida que satisfaga a los espectadores.

Arya se ha pasado la serie con el nombre de Cersei apuntado para acabar con ella pero, a pesar de todo por lo que ha pasado, el momento en el que se da cuenta que la venganza no lleva a nada es cuando está, literalmente, a diez pasos de ella. Por supuesto, también han deleitado a los espectadores con el 'Clegane Bowl', un ridículo absoluto y sin sentido a mayor gloria de la espectacularidad. ¿Se imaginan si el Rey de la Noche llega a tener el aguante de la Montaña zombie? La pobre Arya todavía podría seguir apuñalándole sin conseguir que mueriese. Quizás los Caminantes Blancos se equivocaron de líder zombie... Así ha sido, básicamente, todo el episodio, un sinsentido a mayor gloria del espectáculo.

Tras el patinazo que supuso el tercer capítulo, la serie se ha terminado de hundir definitivamente. Las tres últimas temporadas ya habían bajado el nivel pero este remate está siendo doloroso de observar. Desde el momento en el que la serie sobrepasó a los libros de George R. R. Martin perdió el rumbo y este final confirma que no han sabido enderezarlo, solo nos queda rogar que el escritor tenga un plan alternativo. Cuando queda un único capítulo para que termine, es imposible pensar que la serie pueda remontar algo como esto.

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