Crítica de 'Succession' 4x02 y 4x03: Jesse Armstrong entrega su propio 'Ozymandias'

Cuando hablaba de las series más esperadas de este año ya dejaba claro que, una vez terminada 'Better Call Saul', 'Succession' se me antojaba como la mejor serie en activo de la televisión. Esta última temporada no está sino apuntalando eso y dejando claro que su creador, Jesse Armstrong, va a despedir a la saga de los Roy por todo lo alto, como lo hacen las series que marcan época de verdad.

ATENCIÓN ESTA CRÍTICA CONTIENE SPOILERS

Siempre es mejor hacer caso de ese mensaje de spoilers pero en esta ocasión todavía más (quedan avisados), ya que en el tercer episodio de su última temporada Armstrong ha decidido hacer bueno el nombre de la serie y dejarnos sin la gran ballena blanca de la serie, Logan Roy, ese hombre que siempre ganaba cuando se trataba de negocios y dinero y que, en vez de alma, lo que deja es un enorme agujero en bolsa, como bien indicada su hijo Roman.

No ha habido avisos, ni últimas palabras grandilocuentes, no le han cortado la cabeza delante de miles de personas, por no haber, no ha habido ni un solo plano de ella. Pero la muerte de Logan Roy ha sido un éxito de Armstrong y de la televisión, ha llegado de repente y ha sido fulminante, no se ha podido reaccionar ante ella y el hecho de que nos la cuenten a través de sus hijos, que tampoco están presentes y nos vayamos enterando, malamente, a través del teléfono la ha hecho, si cabe, más realista.

Los Roy se han quedado sin la figura que ha definido sus vidas y ahora se plantea muy en serio, esa sucesión de la que nos venían hablando desde el primer episodio. De entre todos Tom ha sido el que ha tenido una reacción más humana, permitiendo a los tres hijos que le importaban a su padre, despedirse de él, a pesar de que el patriarca, lo más probable, ya no estuviera oyendo. Claro que ese mismo Tom es el que sigue maltratando a todos los que considera por debajo de él, posiblemente ni siquiera los considere humanos, algo que también les pasa a los Roy, a los que casi les da algo cuando el pobre Connor les lleva a un bar de gente corriente...

El superpoder más triste de todos

Hablando de Connor, quizás a él le pertenezcan los mejores momentos de estos dos episodios, un premio para Alan Ruck, el tipo al que sus hermanos ni siquiera consideran el Ringo del grupo (sino más bien el Pete Best) tiene un gran monólogo en su despedida de soltero, cuando consigue definir perfectamente a su personaje, después de volver a ser dado de lado por su padre, sus hermanos y su prometida: "Lo bueno de tener una familia que no te quiere es que aprendes a vivir sin amor (...) Perseguís a papá suplicándole: Quiéreme, por favor. Necesitamos amor, necesitamos atención (...) Sois esponjas sedientas de amor. Yo la planta que crece entre las rocas y que se alimenta del insecto que vive en su interior (...) Si Willa no vuelve, da igual. No necesito amor. Es como un superpoder. Y si vuelve, pero no me quiere, da igual, porque no me hace falta. Gracias por la fiesta".

Y luego en el episodio de su boda, el de la muerte de Logan, lo remata con la mejor reacción ante la muerte del padre, Connor no se abalanza sobre el teléfono para despedirse de él (también porque, una vez más, ha vuelto a ser el último al que se lo han dicho) sino que simplemente suelta un definitivo: "Ni siquiera le caía bien". Su padre no solo no le quería, ni siquiera le soportaba. Y en ese momento, con toda la prensa, sus hermanos y a gran mayoría de invitados largándose de su boda toma una de las pocas buenas decisiones de toda la serie, seguir adelante con todo y casarse con la mujer que, posiblemente (incluso lo reconoce), solo lo hace por dinero y que, tarde o temprano, le abandonará, pero, al menos, dando un último "fuck off" a su padre, que no le va a arruinar uno de los pocos días felices que se va a permitir en su vida.

En cuanto al resto de hermanos Roy, cada uno lo lleva a su manera, Roman, al que pegaba de pequeño, sigue siendo al que más le cuesta cortar los lazos, Shiv se rompe como una niña pequeña, que diría Dylan, pero toma las riendas rápido, mientras que Kendall sigue sin poder perdonarle pero sigue queriéndole, eso sí, es el único que realmente disfruta jodiéndole una vez más rompiendo el acuerdo con GoJo.

Puñales en la espalda

Lo curioso del caso, es que en este tercer episodio, Armstrong consigue que les volvamos a ver como seres humanos, aunque todo parece indicar que las enseñanzas de papá vayan a hacer que los puñales vayan a empezar a volar ahora que el gran sillón está libre y hay que ocuparlo. El creador de la serie ha llevado al extremo la gran corriente televisiva del antihéroe creando una serie en la que no es que no haya héroes, es que, básciamente, no hay una sola persona decente.

El vacío dejado por Logan Roy/Brian Cox se hará sentir en todos pero, probablemente, su sombra sequirá marcando la vida de sus malcriados hijos, aunque puede que Connor, a su triste manera y utilizando su superpoder, sea el único que haya conseguido superarlo.