Dejar de fumar: el cigarrillo electrónico vuelve a la carga

En los últimos meses se ha estado haciendo especial hincapié en la prohibición del uso de los vapeadores en espacios públicos. Y es que la venta de vapeadores ha vuelto a aumentar, después de que la OMS no emitiera un veredicto negativo acerca de su uso.

Hace tiempo que venimos oyendo el hecho de que vapear no se aleja demasiado del hábito de fumar. Sin embargo, varios estudios han demostrado que casi el 80% de los que utilizan vapeadores han abandonado de una vez por todas el tabaco.

¿Cuáles son los aspectos positivos de pasarse al vapeo?

Una vez que el consumidor de tabaco toma la decisión de dejar el vicio, existen varios caminos que puede seguir para lograr su objetivo.

El tabaco es una adicción no sólo física, sino también psicológica. El hecho de poder realizar cualquier actividad con un cigarrillo en la mano es el problema más grave al que debe enfrentarse alguien que quiere dejar de fumar.

No sólo la nicotina tiene que desaparecer del cuerpo, sino que es también el hábito lo que debe perderse. Los estudios demuestran que la nicotina desaparece del cuerpo pasada una semana desde que se deja de fumar.

Pero, ¿y el hábito? ¿cómo se pierde?

Una de las soluciones que está resultando más rompedora y mejores resultados a la hora de dejar de fumar es el cigarrillo electrónico. El vapeador, puede utilizarse como un cigarrillo normal, pero con la ventaja de que se puede dosificar la mezcla de nicotina que contiene. En iVapeo, puedes encontrar todo lo que necesitas para recuperar tu salud.

De esta forma, se puede controlar la cantidad e ir reduciendo la dosis a medida que pasa el tiempo. Una vez que se ha reducido la nicotina del todo, vapear ayuda a combatir el hábito de fumar. Expirar vapor, recuerda al fumador la sensación de fumar, pero al no disponer de nicotina, la adicción se pierde y ya no hay una necesidad física.

El uso del vapeador termina por conformar al consumidor de tabaco que, una vez terminado el proceso de disminución de nicotina, ya no tiene la necesidad de vapear constantemente.

Es así como se termina por abandonar también el vapeador y el hábito de fumar. El cuerpo, al no tener nicotina en su interior, ya no tiene necesidad de recibir la recompensa que generan las hormonas. El vapeador es sólo una herramienta, un puente que el ex fumador necesita para sobrellevar el abandono con menos estrés.

Dejar de fumar es un golpe muy fuerte para un adicto. Si existe una forma de dejar de fumar es no pensando en ello. Si se tiene un objeto que sustituya en gran medida la sensación de fumar para dejar de hacer, ¡qué mejor forma que utilizarlo!