La noticia no es tanto que el líder de la Liga ganara al colista 0-3, sino que el Real Madrid, además de tener que imponerse al Elche, también tuvo que superar al VAR, que le anuló hasta 3 goles.
Y es que, de paso, la adversidad a la que tuvo que enfrentarse el equipo blanco, ha abierto un nuevo debate sobre los fuera de juego milimétricos que una máquina dice ver, pero que es imposible que supongan ventaja para un atacante frente al defensor del otro equipo.
El VAR vino para ser una ayuda arbitral y resolver situaciones extremas, goles fantasma... pero ha terminado siendo una revisión continua de cada gol, aunque sea por una posición adelantada de milímetros. Una dictadura que está repercutiendo en el espectáculo y que nadie protestaría en caso de que no existiese este videoarbitraje.
El Madrid goleó al Elche 0-3 pero pudo ganar por al menos otros 2 tantos. Sin embargo, el VAR se lo puso difícil porque tuvo que seguir marcando para cerrar el partido.
El conjunto de Ancelotti salió a arrollar en Elche y a los 6 minutos el Balón de Oro Karim Benzema marcaba tras una buena jugada colectiva. Pero el tanto fue anulado por el VAR por fuera de juego previo de Vinicius por apenas unos milímetros.
Después siguió el rodillo y Valverde cazaba un rechace en el 11. El uruguayo sigue disparado.
Más anulaciones
Transcurrían los minutos y en el ecuador de la primera mitad llegó el segundo gol anulado al Madrid por el VAR. La jugada, al primer toque y en la que participaron Alaba, Modrić, Kroos y Benzema, fue increíble.
Ni el Elche protestó el gol, pero el VAR anulaba el tanto de nuevo por un fuera de juego por milímetros, ahora de Benzema. Ridículo. Imposible de verse desde el ojo humano.
Tras el descanso, Benzema pudo ampliar distancias con un disparo lejano ante el que se lució Edgar Badia en el 50’. Y en el 61’ llegaba ya el tercer gol anulado a los blancos por el VAR: Kroos abrió a la banda derecha para Carvajal, que partía en fuera de juego cuando puso un centro al Balón de Oro. Éste ya no tuvo discusión, pero llovía sobre mojado.
El Madrid, que veía que incluso podía peligrar el partido ante tanto gol anulado y el abatimiento, cerró ya el partido casi al final del mismo. Antes, Lunin, perfecto sustituto de Courtois, salvó el empate en 2 ocasiones.
Fue ya en el 74 cuando Benzema de nuevo marcó y esta vez sí subió al marcador. Combinó el francés con Rodrygo, que asistió de primeras y con un pase de tacón, y el disparo ajustado del Balón de Oro superó a Badia.
El tercero llegaba ya con el partido loco, en el 90, obra de Asensio tras otra asistencia de Rodrygo.
El debate de los fuera de juego está abierto: si los pies están en línea con el defensor, ¿tiene sentido anular el gol por un hombro o una cadera adelantada por milímetros? ¿Supone ventaja para el atacante?
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