Sarkozy y Merkel pactan librar a la banca de pagar la solución de la crisis

"No se reproducirá la participación del sector privado en Grecia", manifestó Merkel, que especificó que Grecia es un caso particular y único. Precisamente, la previsión de que la quita del 50% para Grecia, pactada en julio, no se aplicaría para otros países de mayor magnitud ha aplacado a los mercados en los últimos días, que ven cómo la prima de riesgo en los países periféricos está cayendo. "Nosotros siempre dijimos que Grecia no es comparable con otros países como España e Italia. Queremos decir a los ahorradores del mundo entero que en Europa la regla es que se pagan las deudas", explicó Sarkozy.

Asimismo, Merkel anunció que propondrán a sus colegas europeos cambios en los tratados para reforzar la disciplina presupuestaria e incluir sanciones automáticas para los países incumplidores. En el caso de que no todos los países de la UE estén dispuestos a aprobar esa modificación, advirtió que los 17 de la Eurozona seguirán adelante por su cuenta si es necesario.

Sarkozy volvió a doblegarse ante los deseos de Merkel y apuntó que "los eurobonos no son la solución de todo". "Mutualizar la deuda no es la solución porque su la tuviésemos así ¿cómo convencemos a los demás para hacer lo que deben hacer?", se preguntó.

 Además, implicarán al Tribunal de Justicia de la UE para que vigile la aplicación de la 'regla de oro' de estabilidad presupuestaria en las constituciones nacionales. No obstante, Sarkozy volvió a encarnar la defensa de la soberanía nacional y las prerrogativas de los parlamentos. Recalcó que el alto tribunal "no podrá anular los presupuestos nacionales, sino que verificará que cada constitución de los 17 incluya una 'regla de oro' severa que vaya hacia el equilibrio.

Por otra parte, el eje francoalemán demostró estar dispuesto a adelantar la aplicación del mecanismo europeo de estabilidad de 2013 a 2012, de manera que podrá ponerse en marcha por mayoría cualificada del 85% y no por unanimidad como en la actualidad, además de que contará con capital desembolsado y no sólo garantías, lo que lo hará más útil. Asimismo, Merkel y Sarkozy obligarán a todos sus socios euro a celebrar cada mes, y mientras dure la crisis, una cumbre con un orden del día preciso, focalizado en la necesidad de dopar el crecimiento de la zona euro.

Sobre el BCE, los dos mandatarios insistieron en la independencia de la institución monetaria y subrayaron que se abstendrán de todo comentario positivo o negativo sobre su acción.
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