Las nuevas peticiones de subsidio por desempleo en EE. UU. cayeron a su nivel más bajo en siete semanas, lo que indica que se están produciendo menos despidos. Sin embargo, también aumentó el número de personas que siguen recibiendo ayudas después de la primera semana, lo cual sugiere que quienes ya están desempleados tardan más en encontrar trabajo.
Esta combinación refleja un mercado laboral que no se está deteriorando bruscamente, pero en el que también cuesta cada vez más incorporarse a un nuevo puesto de trabajo. Además, la duración media del desempleo subió en junio a 10,1 semanas. Las empresas, en vez de hacer despidos masivos, están optando por reducir horas o mantener personal a tiempo parcial. Mientras tanto, la creación de empleo continúa siendo débil, con cifras mensuales que se sitúan cerca del nivel más bajo desde la pandemia, en un escenario en el que la FED mantiene los tipos estables mientras evalúa si los nuevos aranceles anunciados por el presidente estadounidense podrían ejercer presión sobre la inflación antes de decidir posibles recortes.
A nivel internacional, la tensión comercial entre EE. UU. y China sigue en aumento. Pekín busca formas de responder a los nuevos aranceles sin dañar sus relaciones en Asia. Como alternativa a las represalias directas, ha ofrecido incentivos como la eliminación de aranceles a las exportaciones africanas y la propuesta de proyectos de infraestructura con países del sudeste asiático. Aun así, esta incertidumbre global complica la planificación de las empresas y podría frenar aún más la inversión y la contratación en los próximos meses.