La lucha del BCE para contener el crecimiento de los precios aún no ha terminado. Lo decía ayer la presidenta del banco central en una reunión en Bruselas, argumentando que las presiones inflacionarias de la zona euro se están reduciendo según lo previsto, pero el crecimiento salarial sigue siendo fuerte y las perspectivas son especialmente inciertas. "No es el momento de empezar a cantar victoria…Debemos permanecer atentos a las distintas fuerzas que afectan a la inflación y firmemente centrados en nuestro mandato de estabilidad de precios", apuntó Lagarde. En cuanto a la política económica, se limitó a repetir la orientación habitual del BCE de que los tipos de interés actuales, mantenidos durante un periodo suficientemente largo, ayudarán a restablecer la estabilidad de precios. Añadió que las nuevas proyecciones previstas para diciembre, que incluirán por primera vez cifras para 2026, también serán clave.
Mientras, los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense bajaban ayer, después de un informe más débil de lo esperado sobre el mercado de la vivienda. Las ventas de viviendas unifamiliares nuevas en Estados Unidos cayeron más de lo esperado en octubre, probablemente porque el aumento de los tipos hipotecarios redujo la asequibilidad. El tipo de una hipoteca a tipo fijo a 30 años subió a una media del 7,79% a finales de octubre, su máximo desde noviembre de 2000. No obstante, el segmento de la vivienda sigue apoyado por una persistente escasez de propiedades de segunda mano en el mercado.
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