El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, viaja la próxima semana a Vietnam y China, donde buscará potenciar las relaciones económicas y comerciales con ambos países.
El primer viaje a Asia del jefe del Ejecutivo este año cobra especial relevancia tras la guerra comercial impulsada por el Gobierno de Donald Trump en Estados Unidos.
Sánchez viajará a estos países sólo una semana después de que el mandatario estadounidense anunciara un arancel universal del 10% al que se suman gravámenes adicionales que alcanzan el 20% para la Unión Europea, el 34% para China y el 46% para Vietnam, lo que está afectando a las bolsas de todo el mundo.
Acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y el de Agricultura, Luis Planas, el presidente del Gobierno tendrá agenda los días 9 y 10 de abril en las ciudades vietnamitas de Hanói y Ho Chi Minh, respectivamente, y el día 11 en Pekín.
Un viaje ya previsto, pero con un nuevo cariz
La visita ya estaba prevista desde hace tiempo y, por ello, fuentes del Gobierno recalcan que no es una reacción al anuncio de los aranceles ni se trata de un viaje contra nadie.
En todo caso, reconocen que tiene un interés añadido por las circunstancias actuales y que el objetivo es seguir diversificando mercados en la línea de la autonomía estratégica que el jefe del Ejecutivo ha defendido en la Unión Europea, con la que se ha coordinado esta gira.
En el tercer viaje a China en 3 años, Sánchez se volverá a reunir con el presidente del gigante asiático, Xi Jinping, que el Gobierno enmarca en la normalidad de la relación que debe tener un país relevante en la UE como España con la potencia global.
Pero será la primera vez que un presidente del Gobierno español realice una visita oficial a Vietnam. En su capital, Hanói, Sánchez se verá con las 4 principales autoridades del país -presidente, primer ministro, secretario general del Partido Comunista y presidente de la Asamblea-, por lo que el viaje tiene también importancia política.
Objetivo: diversificar mercados y reducir la dependencia
Con todo caso, el foco estará puesto en la economía y el comercio. Moncloa considera que la guerra comercial lanzada por la Administración Trump puede propiciar un alineamiento con Pekín y Hanói para profundizar los lazos ya existentes.
No se trata de sustituir la relación que existe con Estados Unidos -han recalcado fuentes del Gobierno-, sino de diversificar mercados, abrir oportunidades y reducir la dependencia.
Para ello, Sánchez viajará a Vietnam acompañado por un grupo de empresarios españoles, participará en un foro empresarial en Ho Chi Minh -considerada como la capital económica del país- y se espera firmar un protocolo financiero para ayudar a la exportación.
En cuanto a China, el presidente del Gobierno se reunirá en Pekín con representantes de grandes empresas chinas con potencial inversor en España y prevé suscribir un acuerdo preparado tras las quejas del sector cosmético español a raíz de su anterior visita y que facilitará su presencia en el país.
De este modo, también se aspira a recortar el gran déficit comercial que España tiene con ambos países.