El desarrollo emocional y la implicación de las familias, claves para una buena salud mental en menores

La adolescencia es una etapa llena de cambios y nuevos comienzos, pero también puede ser el inicio de muchos problemas con los que algunos jóvenes terminan desarrollando trastornos mentales que, si no se tratan a tiempo, pueden impactar de manera negativa en su desarrollo emocional y en la relación que se genera con sus familiares. Con el compromiso de garantizar el bienestar mental desde edades tempranas, desde hace ahora exactamente un año el Hospital de Día Retiro RECURRA-GINSO ha ofrecido atención integral a jóvenes con diferentes coyunturas emocionales para ayudarles en su gestión emocional.

Tras su puesta en marcha en diciembre de 2022, el centro ha atendido a pacientes entre los 12 y 20 años con trastornos del estado de ánimo, ansiedad, autolesiones, problemas de autoestima y psicoticismo. A estos se unen otros perfiles, como jóvenes con problemas por el uso de las redes sociales, el consumo de sustancias tóxicas y casos de TDAH con sus importantes implicaciones de absentismo, fracaso académico e inadaptación escolar.

El enfoque multidisciplinar del Hospital de Día Retiro RECURRA-GINSO se ha convertido en el principal eje de actuación y solución a los problemas de salud mental. De esta manera, se realizan diversas actividades, como terapias escritas, actividades de regulación emocional, fomento de las habilidades sociales, control de la expresión corporal y prácticas de arteterapia o mindfulness, tanto de forma grupal como individual, para sanar a los pacientes.

Además, dado que los casos tratados son moderados o graves, sin precisar internamiento continuo en un centro médico, el beneficio de estas actividades se aplica al instante en la realidad cotidiana. “Los adolescentes y niños del centro viven con sus familias. Al combinar su vida diaria con nuestras sesiones, logramos que trasladen todo lo aprendido de forma práctica, mejorando la relación con ellos mismos y su entorno”, explica Rosa Martínez García, Directora Médica del Hospital Día Retiro RECURRA-GINSO.

En ese sentido, los padres juegan un papel clave en la recuperación de sus hijos, por lo que desde el centro se atiende, orienta y asesora a las familias a lo largo del proceso terapéutico. La doctora Martínez lo detalla: “Su participación e implicación es esencial por lo que las invitamos a formar parte del tratamiento a través de intervenciones familiares individualizadas, terapias de familia y grupos multifamiliares de padres”.

Asimismo, la asistencia pedagógica propuesta por el Hospital de Día RECURRA-GINSO es otra de las muestras del enfoque integral del lugar. “A través de profesores propios, que se coordinan con los diferentes centros educativos, el paciente continúa con sus estudios de forma oficial, respetando su propio ritmo. Así, nadie se queda atrás de su grupo de iguales y el éxito académico les ayuda a incrementar su autoestima”, concluye la experta de GINSO.

Una vez se obtienen los primeros resultados de mejoría, los jóvenes atendidos se incorporan paulatinamente a sus respectivos centros académicos, retomando lo que han ido aprendiendo desde el hospital. Adicionalmente, se realiza un seguimiento ambulatorio individual y familiar para que el proceso de adaptación se cumpla adecuadamente.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en todo el mundo, se estima que entre el 10 y el 20 % de los adolescentes experimentan trastornos mentales. La mitad de los trastornos mentales se inician a los catorce años o antes, pero en la mayoría de los casos no se detectan ni se tratan. No abordar los trastornos mentales de los adolescentes tiene consecuencias que se extienden a lo largo de la vida de la persona afectando su calidad de vida y la de su entorno.