La Ley de la Segunda Oportunidad, medicina para salir de una situación de insolvencia

Este mecanismo ha ganado mucha popularidad a raíz de la pandemia y de las fatídicas consecuencias que indirectamente la enfermedad causó en muchas economías domésticas

Cómo pasa el tiempo. Uno mira al calendario y ya parecen quedar atrás los meses de cuarentena, de toques de queda y de restricciones en la movilidad o en el aforo de establecimientos de ocio y restauración. Aunque ya suene como algo añejo, muchos empresarios y autónomos no olvidan que estos han sido los meses más duros de su carrera profesional. La mayoría logró salvar la situación gracias a medidas como los ERTE o los ERE, aunque también los hay que no corrieron esa suerte y que tuvieron que bajar la persiana y echar el candado a su negocio de forma definitiva.

Para estos últimos fue todo un varapalo ver cómo una circunstancia totalmente inesperada y sobrevenida les conducía a la más absoluta ruina. Las facturas seguían llegando y en la cuenta corriente había demasiado número rojo para tan poco verde. Tocaba entonces buscar una solución que les permitiera poner punto y final a esta etapa de estrés y malestar.

En su proceso de búsqueda muchos hicieron algo tan simple como teclear en Google: “cómo librarme de mis deudas”. Entre los resultados obtenidos el más común era el siguiente: Ley de la Segunda Oportunidad. Un mecanismo en vigor en España desde el año 2015 que permite a aquellas personas en situación de insolvencia lograr que sus deudas se renegocien con un plan de pagos (y una quita considerable de en torno al 75% de la deuda inicial) o que incluso se perdonen por completo gracias al conocido técnicamente como beneficio de exoneración del pasivo insatisfecho (BEPI).

Indistintamente de la opción escogida, el objetivo no es otro que otorgar a los solicitantes una segunda oportunidad a nivel financiero que permita su reintegración en el circuito económico y les ofrezca la posibilidad de arriesgarse a iniciar nuevos proyectos en el futuro. Unos proyectos que no sólo redundan en el beneficio personal de la persona que se acoge a la Ley de la Segunda Oportunidad, sino que a su vez también generan beneficio colectivo al crear hipotéticos nuevos puestos de empleo.

¿Cuánto tiempo tardas en librarte de tus deudas?

El procedimiento de la Ley de la Segunda Oportunidad puede constar de dos o tres pasos en función de cuáles sean las intenciones y el grado de insolvencia del solicitante. Generalmente se recomienda recurrir a este mecanismo si las deudas superan los 20.000 euros. Lo que es claro es que independientemente del resultado el primer paso será puramente documental, cuyo fin es detallar al máximo la situación de insolvencia del solicitante y comprobar si su perfil se ajusta a los requisitos legales preestablecidos.

El segundo paso pasa por la celebración de un intento de acuerdo extrajudicial de pagos entre deudor, acreedores y un mediador concursal. En el caso de sellar un acuerdo con un plan de pagos el procedimiento finalizará en un lapso de tiempo de entre 4 y 7 meses. Esta opción resultará interesante en los casos donde el solicitante desee retener alguno de sus bienes.

Si por contra ambas partes no alcanzan un punto en común, habrá que acudir a la fase judicial, el tercer y definitivo paso, en búsqueda del perdón de toda la deuda a través de una sentencia. En estos casos el proceso se dilata algo más en el tiempo, yéndose a un plazo que ronda el año de duración. Tiempo que ya se ha cumplido desde que en 2020 y 2021 los primeros solicitantes sumidos en problemas de insolvencia se decidieran por este mecanismo para olvidar las deudas de la pandemia y volver a empezar de nuevo. La Ley de la Segunda Oportunidad ha permitido que estas personas ahora respiren aliviados.