La Robótica Inteligente, el futuro ya está aquí

La Inteligencia Artificial (AI) incorporada en la robótica moderna apenas ha iniciado sus primeros pasos, pero desde ya se puede deslumbrar el enorme cambio que esto supondrá en la vida cotidiana del ser humano debido a las mejoras sensoriales, cognitivas y autónomas que presentarán la nueva generación de robots.

Esto no solo será relevante en sus aplicaciones diarias complejas sino también afectará de manera dramática cuestiones éticas a medida que estos robots se vayan volviendo más y más inteligentes hasta alcanzar, hipotéticamente, un grado de conciencia.

De la Revolución Industrial a la conquista del espacio

La historia de la robótica no es algo nuevo, de hecho, los primeros robots (si se puede usar el término de una manera libérrima) aparecieron durante la Revolución Industrial como primitivos y mastodónticos aparatos fijos que ejecutaban movimientos monótonos y repetitivos en las fábricas los cuales, obviamente, carecían absolutamente de inteligencia.

Sin embargo, de esos gigantes primigenios, toscos y abstractos surgió la moderna robótica tradicional cuyos primeros modelos, más formales y funcionales, aparecieron en los primeros años del siglo XX, pero no sería sino hasta que estos sistemas robóticos comenzaron a analizar los algoritmos que se comenzó a hablar de la posibilidad de una robótica “inteligente” propiamente dicha.

Luego de la llegada de la actual Revolución Digital y del impresionante desarrollo de la AI ya están apareciendo los primeros robots que no están confinados a movimientos predeterminados fijos, sino que están capacitados para aprender de la experiencia, mejorar su performance mediante el análisis exponencial y adaptarse automáticamente a su entorno de manera independiente.

Gracias a estas características propias de una novela de ciencia ficción, la actual generación de robots pueden ajustarse a situaciones impredecibles y anticiparse en fracciones de segundo, debido a que su banco de memoria ya adquirió experiencia de eventos pasados, es decir, aprende y mejora.

De hecho, en la actualidad ya existe una nota técnica en los países desarrollados denominada EN ISO 8873 que significa “robot capacitado para llevar a cabo tareas sondeando su entorno y/o interactuando con fuentes externas que adaptan su comportamiento”.

Está demás decir que la robótica inteligente será decisiva en megaproyectos de ingeniería, hacer cálculos matemáticos complejos de millones de cifras y factores en micro décimas de segundo, idear una moneda digital más efectiva y eficiente de forma instantánea, predecir eventos en situaciones de riesgo inminente y diseñar el plan de navegación de un viaje intergaláctico de manera segura y exacta.

Los tipos de robótica inteligente

La robótica es un campo tan fascinante que ya existen divisiones precisas para diferentes tipos de robots que existen y existirán en el corto, mediano y largo plazo, entre ellos están:

• Robótica del Comportamiento

Estos robots se caracterizan por generar comportamientos únicamente cuando reciben un estímulo o un cambio dentro de su entorno inmediato y están enfocados en robots capaces de mostrar comportamientos externos complejos en base a lo que “siente” en su interior.

• Robótica Situada

Esta área está enfocada en robots insertados en entornos complejos y de una dinámica cambiante, es decir, robots que no poseen “mapas” internos del mundo y su anatomía, está caracterizada por un cuerpo físico que experimente su entorno directamente con acciones realimentadas basadas en sus percepciones, además de interaccionar con lo que lo rodea, lo que influye en su comportamiento.

• Robótica del Desarrollo

Conocida también como Robótica Epigenética o DevRob, es un área que estudia los mecanismos, arquitecturas y limitaciones de los robots con el fin de permitir un aprendizaje permanente y abierto de habilidades y conocimientos nuevos, tal y como se hace con los niños humanos, con el propósito de que su aprendizaje se acumule e incremente la complejidad del mismo.

Se trata de un área muy importante que está ligada al desarrollo cognitivo, perceptual, psicológico y evolutivo de los robots.

• Robótica Biomimética

Esta área busca la manera de solucionar problemas en la ingeniería del robot tomando como inspiración la naturaleza, por lo que a estos robots se le insertan biosensores, es decir ojos, bioactuadores, o sea articulaciones musculares o biomateriales en su construcción, por ejemplo, la resistente seda de las arañas. En resumen, usan sistemas biológicos referenciales en sus sistemas artificiales.

• Robótica Cognitiva

Esta última rama es esencial porque se enfoca en ofrecerle al robot un comportamiento inteligente dotándolo con una arquitectura de procesamiento que le permita razonar, aprender y comportarse de manera adecuada y dinámica ante eventos o situaciones, en especial cuando se trata de situaciones complejas o difíciles.

La AI al servicio de la robótica inteligente

Sin duda la AI es la tecnología que de mayor manera ha impulsado e impulsará el desarrollo inmediato de la robótica inteligente ofreciendo una forma novedosa en que los robots ejecuten tareas u órdenes que se le encargarán.

Es importante aclarar que no es lo mismo un programa informático que un software de AI propiamente dicho.

Con un simple programa el robot no pensará por sí mismo y solo cumplirá órdenes pre programadas, en cambio, al integrar un algoritmo de AI el robot ya no necesitará órdenes para cumplir una función determinada, sino que estará en capacidad de hacerla por sí mismo luego de superar la fase de entrenamiento y/o de ensayo/error.

Esto será posible gracias a su aprendizaje automático, también denominado Machine Learning, que le permitirá al robot analizar, aprender, comprender, razonar, reaccionar y finalmente resolver determinada tarea dentro de su CPU en microsegundos para luego efectuarla de manera física.

Algo que ya se pronostica es la posibilidad de que la AI en la robótica inteligente se pueda ejecutar por medio de las redes blockchain o cualquier otro medio que procese la data de manera rápida, ágil y segura, en especial en lo referente al upgrade de sus sistemas y así evitar un hackeo externo malicioso.

¿Skynet se avecina?

Algo que no ha pasado por debajo de la mesa es el peliagudo asunto de hasta dónde es moralmente ético, o dicho de una manera mucho más cínica, hasta donde será conveniente, permitir el crecimiento de la robótica inteligente.

No se necesita ser un experto en ingeniería digital o un PhD en robótica para hacer esta pregunta, solo se necesita haber visto las películas Terminator de James Cameron o Yo, Robot de Alex Proyas para que de inmediato surjan inquietantes y perturbadoras dudas acerca de un posible mundo donde los robots subyuguen al ser humano.

Los asistentes virtuales como los ChatBots y los Autonomous Mobile Robots, mejor conocidos simplemente como AMR que realizan tareas complejas de transporte, ya son una realidad tan rutinaria dentro de nuestra vida diaria que apenas notamos su presencia e influencia ¿entonces cuál podría ser el robot que domine el mundo y que bajo ninguna manera debemos crear?

Esta es la pregunta más compleja que existe en la actualidad porque es casi imposible anticipar lo que se puede hacer con la robótica inteligente y todo dependerá, en sí, del nivel de ética con que los creadores diseñen y fabriquen los robots del futuro.

Afortunadamente los grandes expertos en robótica y AI están muy preocupados por establecer un marco regulatorio universal que garantice que las nuevas tecnologías emergentes e inteligentes sean para el beneficio de la humanidad y que estén bajo control humano permanente.

Podemos respirar aliviados porque, al menos por ahora, Skynet no aparecerá en el horizonte de sucesos inmediato.