José Mercé apenas necesita presentación. Jerezano de nacimiento y miembro de una estirpe consagrada en el cante, su figura excede las fronteras nacionales. Siempre ha demostrado valentía en sus apuestas musicales, algo que ha vuelto a conseguir en su última obra, 'El Oripandó'. Inmerso en una gira con la que recorrerá España, las ocho canciones que componen este último trabajo homenajean a su hijo Curro, que ya no está. A los que no les gusta el flamenco, Mercé les dice que lo intenten, que “eduquen” el oído, aunque sin presiones porque el gusto es algo muy personal. Para este cantaor de 67 años cuya experiencia le ha permitido conocer la evolución de un género, la novena provincia andaluza siempre ha sido Madrid, la ciudad que le forjó como artista.
José Mercé concede esta entrevista con ocasión del Premio Madrid que se la ha concedido en la categoría 'Toda una vida'
¿Cómo ves el estado de salud del flamenco en Madrid?
Creo que tiene mucho vigor. Afortunadamente ahora se están volviendo a abrir tablaos en Madrid. Siempre ha sido la capital del flamenco desde los años 70, cuando aquí venían los mejores artistas. Como suelo decir, cuando a Madrid le dolía la cabeza, le dolía a toda España. Yo he tenido la gran suerte de vivir dos épocas: aquella y esta. Es una música universal y eterna.
¿Qué es Oripandó?
En caló, Oripandó significa amanecer o nuevo día y así he querido que se llamara. No me gusta que le llamen disco sino obra, porque creo que es una pequeña obra desde el principio hasta el final. En Preludio de un nuevo día toca la orquesta sinfónica de Bratislava, de 70 músicos, y el piano de Pablo López; Jamás desaparece lo que nunca parte está plenamente dedicado a mi hijo Curro; y después entramos con la Mala Rodríguez trapeando. Creo que es un trabajo que tiene de todo y si se escucha como hay que escucharlo, todo deriva del flamenco.
¿A quién está dedicada la obra?
A mi hijo Curro. Sobre todo, Jamás desaparece lo que nunca parte, que está metida por bulería por soleá, cuya letra es de Antonio Orozco y con esa orquesta sinfónica. Quiere decir que mi hijo siempre estará con nosotros, a pesar de que hace 28 años que se me fue.
"Vivir de la música siempre ha sido difícil"
Siempre ha sido muy atrevido pero, ¿cómo surgió la idea del trap?
Pues estábamos cantando esa especie de tango-rumba con la guitarra de Tomatito y hubo un momento en que Antonio Orozco y yo nos acordamos de la Mala. Ahí me di cuenta de que era algo que no se había hecho nunca. Este es un disco muy vanguardista, muy nuevo.
¿Le queda al flamenco algún rincón por explorar?
Seguro. Pienso que todos los grandes músicos han cogido algo del flamenco. Cuando Paco de Lucía recorrió el mundo con su guitarra y enseñó este género, demostró que es una fuente inacabable de la que todos beben.
¿Queda mucha carretera de la gira?
Vamos a estar por toda España. Venimos de Roquetas, de Cartagena y del Teatro de la Maestranza de Sivilla. La próxima cita la tenemos en el Palau de la Música, el uno de junio, y después, el 25, en Marbella. A Madrid vendremos el 10 de julio, al Teatro Real. Tenemos bastantes conciertos, por suerte.
Tú has ayudado a algunos artistas jóvenes. Dos de ellos son Samuel Serrano, cantaor, y Manuel Cerpa, tocaor. ¿Cómo llegaste a ellos?
A Manuel Cerpa lo conocí en Tierra de talento y me gustó mucho cómo tocaba. Aún le queda mucho y espero que continúe estudiando y aprendiendo. Mientras tanto, lo voy llevando a todos los sitios que puedo. En cuanto a Samuel Serrano, es un cantaor también muy joven, con buen hacer y con un eco que necesita el flamenco. Me parece maravilloso.
"He tenido la suerte de vivir dos épocas: aquella y esta"
De Samuel Serrano han llegado a decir que seguía tu estilo
Es muy buen aficionado y tiene mucha mano cantando.
¿Vivir del flamenco es más o menos difícil que antes?
Vivir de la música siempre ha sido difícil, hoy también. Creo que hoy en día nos tienen más en consideración pero tampoco demasiado, la verdad. Los flamencos llevamos viviendo de esto mucho antes de que se declarara Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Este género es conocido de manera universal desde hace siglos. Estamos acostumbrados a pasar fatigas, ninguno de estos problemas tiene nada de nuevo.
¿Tienes a Jerez presente?
Por supuesto. Yo soy jerezano, de una dinastía flamenca de las más grandes que ha habido. Desde Paco de la Luz, creador de una seguiriya, hasta toda la familia de los Soto. Me siento muy orgulloso de haber nacido en esa tierra y de que me haya parido esa familia.
A quienes dicen que el flamenco no les gusta porque “se chilla mucho”, ¿qué les dirías?
Lo único que les diría es que trataran de educar el oído y escuchar. Pero, oye, que guste o no… Es como al que le gusta la ópera o no. Sin embargo, creo que el flamenco, con ese sentimiento, en cuanto se dediquen a escuchar les va a gustar.
¿Cómo recibes este premio a Toda una vida?
Con mucha alegría y con mucho corazón. Yo me vine de Jerez con 13 años a Madrid y lo mucho o poco que he hecho se lo debo a esta ciudad. Me siento orgulloso de recibir este premio.
Si (
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