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Vuelta para Uceda Leal, con Morante y Ángel Téllez casi inéditos

Uceda torea al natural a su primer enemigo
Uceda torea al natural a su primer enemigo (Foto: Plaza1)

Feria de Otoño: la bueyada de Puerto de San Lorenzo se carga el festejo de mayor expectación del serial

sábado 08 de octubre de 2022, 21:38h
Como bien se sabe, o se debería saber, este espectáculo se llama fiesta de los toros, no de los toreros. Y si falla el elemento base todo se viene abajo. Cual aconteció en la quinta del abono otoñal, la de mayor asistencia al borde del llenazo de ‘no hay billetes’ por la presencia de Morante. Pero un descastado y, por tanto deslucido, encierro de Puerto de San Lorenzo dio al traste con las ilusiones del cotarro y, es de suponer, de los coletudos. El de la Puebla y Ángel Téllez quedaron casi inéditos, y Uceda aprovechó el único animal con sangre brava -tampoco mucha, no crean- en sus venas para expresar su elegancia y dar la vuelta al ruedo.

Y es que ese burel es el único que se salvó de la quema de la bueyada salmantina y aunque salió abanto, como todos -cual corresponde a la procedencia Atanasio- se prestó a que Uceda Leal y Morante, dos jóvenes ‘promesas’ con más de un cuarto de siglo de doctorado compitieran en quites durante el tercio de varas tras haberse lucido ya el madrileño al recibirlo con elegantes verónicas. El de la Puebla, en su turno, festoneó otras tres mecidas, con magia, sentimiento y cante jondo rematadas con una media superior. Lo que motivó a Uceda para responderle por bellas chicuelinas y otra buena media.

Después su matador imprimió cadencia y más elegancia en redondos con desmayo y mano baja a un animal cuya codicia iba a menos, por lo que el nivel muleteril bajó al natural y subió un punto de nuevo por el pitón derecho y los adornos finales. No fue una faena maciza, aparte de mal rematada con el estoque, aunque sirvió a Uceda para reivindicarse y recorrer el anillo.

Todo fue un espejismo, porque ahí se acabó el espectáculo con la aparición por toriles, incluyendo el sobrero de José Vázquez, de bureles gazapones y rebrincados que iban con la cara por las nubes y, en definitiva, de feo estilo en su comportamiento. Así que Morante despachó a su lote con rapidez, incluso en su primero salió con la espada de verdad en la muleta.

Ángel Téllez, autor de los mejores naturales en San Isidro, intentó repetir con el tercero, un animal descompuesto que paradójicamente sólo le permitió cortas tandas de redondos con la clase del toledano, que también la mostró en algunos adornos antes de atragantarse con las armas toricidas. Ni eso le permitió el buey que cerró festejo. Lo mismo que le ocurrió a Uceda con el cuarto.

Es justo y necesario destacar quer colocaron excelentes pares de banderillas Rafael Viotti (de la cuadrilla de Téllez), y Juan José Trujillo y Sánchez Araujo (de la de Morante), que se desmonteraron y brilló en la brega Juan Navazo (también subalterno de Téllez). En definitiva, que quedó claro, una vez más, que esta es la fiesta de los toros, y no de toreros, pero tampoco de los bueyes.

FICHA

Cinco toros de PUERTO DE SAN LORENZO, bien presentados, muy ofensivos y astifinos, mansos y descastados excepto el codicioso 1º. Y 3º, sobrero de JOSÉ VÁZQUEZ, (sustiuyendo a uno del hierro titular que se partió el pitón derecho), justo de trapío, descastado. UCEDA LEAL: vuelta tras petición; ovación. MORANTE DE LA PUEBLA: pitos; silencio. ÁNGEL TÉLLEZ: silencio tras dos avisos; silencio. Plaza de Las Ventas, 8 de octubre, 5ª de la Feria de Otoño. Lleno (22.739 espectadores, según la empresa).

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