Empiezo por advertiros que este va a ser un texto largo, al menos más largo de lo que últimamente estoy acostumbrada a escribir, porque bueno, qué os voy a contar, cada momento tiene su faena, y eso lo entendemos todas las personas que nos implicamos en un proyecto que puede crecer, en cualquier área de la vida. Siento que es el momento de expresar mi sentir y mi trayecto hasta aquí, y es a colación de la publicación de Fangos, el primer single, adelanto de mi tercer álbum, 'La serrana'. Os adelanto que estoy tremendamente feliz y confiada, que he hecho todo lo que estaba en mi mano, mi capacidad y mis circunstancias para sacar un disco del que pueda sentirme satisfecha.
Primero quiero situarme, conscientemente, en el lugar que ocupo en el mundo, y lo hago desde la comodidad y el privilegio de ser una mujer blanca, europea, heterosexual, con una familia que siempre la ha amado. Tengo 42 años, y la vida me ha puesto en el lugar que seguramente merezco, porque eso es lo que hace la vida, con toda la dificultad matemática humanitaria que requiere, respondernos, incluso más allá de nuestro propio hacer. Soy una mística, eso lo sabe ya quien haya querido enterarse, y como mística entiendo que la vida y lo que en ella acontece, va mucho más allá de lo que cada existencia individual supone, por eso a veces, la vida parece darnos cosas que no creemos merecer, pero en verdad, esa es una visión pequeña, corta y demasiado egocéntrica de la existencia, al menos para tener 42 años 'trabajaicos'.
Algunas veces, cuando menciono e incido en esto de mi edad en conversaciones con otras personas, la gente tiene la tendencia a decirme cosas en la línea de: ¡pero si eres muy joven! O ¡La edad no es importante! O pues no lo aparentas (bueno, la gente, menos las brujas como yo, que saben bien lo que siento por dentro cuando me empieza a vibrar el impulso de gritar ¡queréis callaros la boca! o directamente tirarme un cuesco).
Y no siempre sé cómo hacer entender que para mí, la cosa va precisamente de lo contrario, no tengo ninguna intención de aparentar menos edad de la que tengo, ni me halaga especialmente que me echen menos edad de la que tengo. A menos que sea para referirse a la tensión y posición de mis tetas, divinas por cierto tras un periplo de herida en mi pezón derecho, que duró 4 años, y que ahora cursa con una sutil, incluso más sutil de lo que hubiera deseado, cicatriz en forma de luna creciente o menguante, según se mire.
Es gratificante que tu trabajo guste
No necesito una mirada externa que valide mi deseabilidad, llegadas a este punto follo tan gustosamente sola como acompañada, y eso no significa por supuesto, que no disfrute derritiéndome en las mieles del deseo mutuo, que me encanta, y por suerte y aprendizaje, cada vez son de mejor calidad los hombres con los que me encuentro y con los que me apetece jugar. No necesito que otros músicos, o críticos musicales, o diversos opinadores de la industria musical aprueben mi obra, esto no significa que no me encante que eso suceda, es muy gratificante que tu trabajo guste y se valore, y además cuando eso está directamente relacionado con poder comer de ello.
Pero mi obra la valido yo, y las personas que me acompañan en el recorrido de su creación, que ya os comunico es entrega, es rendición, es trabajo y es dinero. No estoy dispuesta a asumir un mundo donde el arte y la música se convierta en una carrera de fechas y caducidades, ni las artistas estemos sometidas a la aprobación de las olas, o sacrifiquemos nuestra inspiración, buscando espacios donde respirar nuestro proceso interno, mientras todos corren por la superficie, persiguiendo sus propios objetivos, que pueden no tener nada que ver con los tuyos.
Como veis, planto mi bandera en varios trozos de tierra, porque tengo que hacerlo, porque me ha costado mucho, concretamente 42 años, levantar mi reinado, y no voy a permitir que caiga, por alguna razón que no sea mi propia inmolación, para la que me doy permiso eterno, como reina soberana de mi reino.
Y cuando digo que me ha costado mucho, me refiero a que, llegada a ciertos lugares, me he sentido al límite de mi cordura, a un paso de mi propia destrucción, y es más, el diablo me ha mostrado la bajada de Perséfone a los infiernos, así que siempre estoy preparada para para la batalla y la resistencia, aunque agradezco enormemente a la vida la isla paradisiaca en la que me está permitiendo vivir estos últimos tiempos, y pongo toda mi actitud en prolongarlo.
Así que puedo decir que hoy, aquí y ahora, como reina de mi reino declaro, que sé quien maneja mi barca, y declaro inaugurado el camino de mi tercer álbum, “La serrana” con un gusto que me muero.
Hablando de ‘Fangos’
Y hablando de ‘Fangos’, la primera puesta de largo de este reinado frondoso, necesitaba compartir el resultado de un proceso esencial de transformación que ha operado en mí gracias a las relaciones que he establecido con los hombres buenos que han formado parte de mi vida, y que han sido la mayoría. Especialmente, aquellos a los que he deseado, de los que me he enamorado, a los que he amado, y a los que he soltado. La experiencia te transforma desde muchos lugares, y la vida se encarga de generar las conexiones necesarias para que dichas transformaciones sean exportables a otras esferas de la vida, os deseo la capacidad de generar aprendizaje del devenir, sería de tontas (también de humanas) no aprender de lo vivido.
Es a ellos a quien quiero dedicar especialmente esta canción, a los hombres que se revisan con la misma responsabilidad sobre el otro que yo lo hago, que no tienen miedo a reconocer el daño que el entendimiento errado de “ser un hombre” ha hecho a las mujeres, y a sí mismos, que no se sienten amenazados constantemente por el avance en derechos de las mujeres porque saben qué no tienen que ver los cojones con comer trigo.
Que piensan, y no se adhieren a la propaganda deshumanizada de la guerra, que no cuestionan la verdad de las mujeres, cuando comunican a sus compañeros, que no se sienten seguras en determinadas circunstancias, joder, roza la psicopatía empeñarse en negar ese sentir, en vez de intentar apaciguarlo, desplegar la artillería bélica, a esos hombres no los quiero para mí ni para el mundo.
Y ya he terminado mi presentación, y no será lo único que tenga que decir durante este proceso de obra, porque ‘La serrana’ es un viaje profundo, que desnuda mi identidad y mi pertenencia, pero ya os iré contando poco a poco, cuando llegue el momento.
Os abrazo y os invito el disfrute de mis canciones, que también son ya vuestras.
PD.- Podéis encontrar los dos temas de adelanto del disco, 'Fangos' y 'La loca del pueblo', en todas las plataformas online. El álbum 'La Serrana' verá la luz a principios de Febrero del 2024
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