En el primer trimestre de 2025, el Producto Interior Bruto (PIB) registró un incremento del 0,6% respecto al trimestre anterior, una décima menos que en el cuarto trimestre de 2024.
Este avance estuvo respaldado principalmente por la demanda nacional, que aportó 0,5 puntos al crecimiento intertrimestral, mientras que la demanda externa contribuyó con 0,1 puntos.
El gasto en consumo final de los hogares aumentó un 0,6%, mientras que el de las Administraciones Públicas retrocedió un -0,4%.
En cuanto a la inversión, medida por la formación bruta de capital, aumentó un 0,9%.
Por otro lado, las exportaciones de bienes y servicios mostraron un notable repunte del 1,7%, es decir, 1,6 puntos más que en el trimestre previo. Las importaciones también crecieron, aunque moderadamente, con una variación del 1,6%, 4 décimas superior a la del cuarto trimestre.
Todos los sectores, con resultados positivos
Desde el punto de vista de la oferta, todos los grandes sectores de actividad mostraron tasas positivas en su valor añadido. Las ramas industriales destacaron con un crecimiento del 1,0% intertrimestral, lideradas por la industria manufacturera, cuya tasa subió cuatro décimas hasta alcanzar el 0,8%.
El sector de la Construcción registró un aumento del 0,4%, aunque este fue 2,2 puntos inferior al del trimestre anterior. Por su parte, el valor añadido bruto de los Servicios creció un 0,2%, siete décimas menos que en el cuarto trimestre. Finalmente, las ramas primarias experimentaron un impulso significativo, con una variación del 8,2%, frente al -0,7% registrado en el trimestre precedente.
Un crecimiento interanual del 2,8%
La variación interanual del PIB fue del 2,8% en este trimestre, 5 décimas inferior a la del trimestre anterior. La demanda nacional aportó 3,2 puntos al crecimiento, mientras que la demanda externa restó 0,4 puntos.
El gasto en consumo final total descendió tres décimas en comparación con el trimestre previo, situándose en un crecimiento del 3,4%. El consumo de los hogares aceleró ligeramente su ritmo, con una tasa del 3,7%, mientras que el de las Administraciones Públicas se desaceleró hasta el 2,4%, 1,4 puntos menos que en el trimestre anterior. La inversión, medida por la formación bruta de capital, avanzó un 3,3%, 2 décimas más que en el cuarto trimestre.
Las exportaciones de bienes y servicios crecieron un 2,7%, 4 décimas menos que en el trimestre anterior, mientras que las importaciones aumentaron un 4,4%, seis décimas más que en el cuarto trimestre.
Desde la óptica de la oferta, todos los sectores presentaron tasas interanuales positivas. El valor añadido bruto de las ramas industriales creció un 2,2%, destacando la industria manufacturera con un 2,4%. La Construcción avanzó un 1,8%, mientras que los Servicios lo hicieron un 3,1%. Las ramas primarias registraron un sólido crecimiento del 6,6%.
El PIB a precios corrientes aumentó un 5,1% interanual, 6 décimas menos que en el trimestre anterior, y en términos intertrimestrales creció un 1,1%. El deflactor del PIB mantuvo una variación interanual del 2,3%, similar a la del trimestre previo, mientras que en términos intertrimestrales se incrementó un 0,6%.
En el ámbito de las rentas, la remuneración de los asalariados creció un 7,2% en tasa interanual, impulsada por un aumento del 3,0% en el número de puestos equivalentes a tiempo completo y del 4,1% en la remuneración media por puesto. En términos intertrimestrales, la remuneración total avanzó un 1,3%, mientras que el número de puestos equivalentes a tiempo completo creció un 1,0%. La remuneración media aumentó un 0,3%.
Empleo y productividad
El número de horas efectivamente trabajadas aumentó un 2,1% interanual, 0,4 puntos menos que en el trimestre anterior, mientras que en términos intertrimestrales disminuyó un -0,5%. Los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo crecieron un 2,9% en tasa interanual, siete décimas más que en el trimestre previo, y en términos intertrimestrales avanzaron un 0,9%.
La productividad por puesto de trabajo equivalente a tiempo completo registró una caída interanual del -0,2%, mientras que la productividad por hora efectivamente trabajada avanzó un 0,7%. En términos intertrimestrales, estas tasas fueron del -0,4% y del 1,1%, respectivamente.
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