El Gobierno de Donald Trump ha informado este martes de que va a retirar a Estados Unidos de la UNESCO, asegurando que continuar estando en la organización cultural de las Naciones Unidas no se encuentra dentro del interés nacional estadounidense.
"La UNESCO trabaja para promover causas sociales y culturales divisivas y mantiene un enfoque desproporcionado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, una agenda globalista e ideológica para el desarrollo internacional que contradice nuestra política exterior de America First (América Primero)", ha dicho la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce. La marcha se va a hacer efectiva el 31 de diciembre de 2026. También han puesto como razones que hayan decidido aceptar a Palestina como estado miembro y tener una agenda 'woke'.
Por su parte, la directora general de la Unesco, la francesa Audrey Azoulay, ha dicho que lamenta profundamente la decisión del presidente estadounidense de quitar de nuevo a su país de la organización, pero ha comentado que se encuentran preparados para ello, incluido a nivel presupuestario. De acuerdo a lo dicho por la diplomática, "este anuncio era previsible".
Tercera vez que Estados Unidos abandona la Unesco
Y es que esta decisión no ha sido ninguna sorpresa para los funcionarios de Naciones Unidas, que ya se temían esta medida después de la revisión específica que mandó la Administración de Trump a principios de este año.
Esta es la tercera vez que Estados Unidos deja la Unesco y la segunda durante un gobierno de Trump. El republicano ya había retirado al país durante su primer mandato, y Estados Unidos volvió después de 5 años de ausencia, después de que el gobierno de su predecesor, Joe Biden, pidiera su reincorporación a la organización. Trump ya había delantado esta idea campaña en campaña, ya que la vuelta de Estados Unidos a la Unesco en 2023 fue promovida por su rival político.
En 2017, Trump se retiró por primera vez, dejando caer prejuicios contra Israel. Esa decisión comenzó a hacerse efectiva un año después, pero Estados Unidos e Israel ya habían parado de financiar al organismo después de que este votara a favor de incluir a Palestina como Estado miembro en 2011.
Además de Trump, Estados Unidos se había retirado de la Unesco durante la Administración del también republicano Ronald Reagan en 1984, por creer que la agencia estaba mal administrada, había corrupción y era usada para promover los intereses de la Unión Soviética. Se volvió a incorporar en 2003, durante la presidencia de George W. Bush.