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Portada de 'Wall Of Eyes' de The Smile
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Portada de 'Wall Of Eyes' de The Smile

Crítica de 'Wall Of Eyes' de The Smile: Vida más allá de Radiohead

viernes 26 de enero de 2024, 16:14h

Vayamos al grano, ya que es imposible hablar de The Smile sin mencionar a Radiohead, hágamoslo sin rodeos. Thom Yorke y Jonny Greenwood, las dos principales cabezas pensantes del combo de Oxford, vuelven con el segundo trabajo de la banda paralela que han montado con el batería Tom Skinner, de Sons Of Kemet, menos de dos años después del notable 'A Light for Attracting Attention' de 2022. Lo mismo que sucedía con aquel vuelve a ocurrir aquí, es la primera vez que un proyecto paralelo surgido de Radiohead tiene la suficiente enjundia como para considerarlo a la altura que la mítica banda, porque 'Wall Of Eyes' es Yorke y Greenwood volviendo a sonar aventureros e inspirados, creando un disco que suena como tal con canciones en las que el hastío existencial y la paranoia se entremezclan en canciones de intrincada belleza que explotan en multitud de direcciones.

Calificación: 8/10

Puede que los dos principales miembros de Radiohead hayan encontrado bajo el paraguas de The Smile la capacidad de poder sacar la música que quieren con completa libertad y sin la presión y expectación que supondría hacerlo bajo el escrutinio de la mitica banda. Y es que no es fácil cumplir con las expectativas cuando lo haces bajo el peso de una banda que es, sin duda, la más importante de los últimos 30 años, una que si haces una lista con los 100 mejores discos de lo que llevamos de siglo XXI tienes que meter, al menos, 5 de sus discos.

Así que han decidido que existe menos presión así, pero lo que debería contentar a cualquier fan de Radiohead, es que siguen sonando a ellos mismos y eso quiere decir que siguen ampliando expectativas, mezclando bossa, rock, electrónica o jazz como si fuera la cosa más sencilla del mundo.

El disco se abre con esa especie de bossa nova fantasmal que es la canción que le da título, 'Wall Of Eyes', en la que la maravillosa voz de Yorke vuelve a demostrar que es una de las cosas más bellas que existen. Greenwood le pone el toque angustioso con su inquietante arreglo de cuerdas, siempre buscando la belleza en el error o en el contraste. 'Teleharmonic' es una de las que más recuerdan a Radiohead, con sus toques electrónicos y su lúgubre belleza.

Con sorpresas

Pero lo mejor siempre llega en las sorpresas, en los cambios de tempo y en los extraños caminos en los que se meten a lo largo de cada canción. Por ejemplo, esos cambios casi a banda sonora de Disney en medio de las angularidades rock de 'Read The Room', hasta el cambio a ese motorik psicodélico del final, todo suena a gozoso experimento, a unos maestros volviendo a disfrutar de lo suyo.

'Under Our Pillows' reutiliza/reorganiza el extraño riff de 'Thin Ting', aunque la canción termina transitando caminos distintos de los del tema de 'A Light for Attracting Attention', con Yorke abandonando por un momento su registro alto por otro más grave al principio, aunque al final vuelve su inconfundible falsete. Aquí también hay sorpresivos cambios, puentes psicodélicos y esa batería 'motorik' a la que parece haber cogido apego Skinner.

Entonces aparece esa maravilla llamada 'Friend of a Friend", la melodía más Beatle de un disco grabado en Abbey Road, con Yorke haciendo un gran doble trabajo a la voz y al bajo y Greenwood entregando un maravilloso arreglo de cuerdas que sube para crear una tensión reminiscente de otra canción con sello Beatle, "A Day In The Life". Líricamente Yorke vuelve a hablar de una desilusión, en este sentido de cómo se acabó con esa ilusión inicial en la pandemia del COVID en la que se salía a aplaudir y a cantar canciones a los balcones para luego terminar haciendo negocios con una desgracia, "todo ese dinero ¿a dónde ha ido a parar? En el bolsillo de alguien, el amigo de un amigo".

En 'I Quit' se nota un poco más la mano del productor Sam Petts-Davies (que sustituye al fiel Nigel Godrich) que trata electrónicamente la interpretación de la banda de este tema casi fantasmal, en la que vuelve a brillar su lujoso arreglo orquestal.

En 'Bending Hectic' Jonny Greenwood vuelve a conectar la guitarra para que Thom Yorke se luzca con sus sinuosas melodías que van subiendo hasta llegar a un clímax que es lo más guitarrero que han hecho desde 'Paranoid Android'. Una verdadera maravilla. El final llega con la calmada 'You Know Me!', dejando claro que The Smile es una apuesta claramente ganadora. No hace falta que sigamos llorando por Radiohead, The Smile tiene entidad propia.

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