Ruido, más tráfico, inseguridad y contaminación lumínica. La decisión de trasladar el festival Mad Cool a Villaverde, además de pretender calmar los ánimos ya caldeados en Valdebebas, perseguía la consolidación de la nueva parcela como un recinto específico para la celebración de este tipo de eventos. “Trasladaremos el Mad Cool a Villaverde con el objetivo de crear a su alrededor la Ciudad de la Música, un motor económico y cultural en torno a la producción musical”, aseguraba hace poco menos de un año la vicealcaldesa, Begoña Villacís.
Lejos de haberse alcanzado este objetivo, la vecindad lamenta que la sucesión de macroconciertos, “una imposición de la señora Villacís” que “no reportan ningún tipo de beneficio a la zona”, haya desplazado el proyecto inicial de Ciudad de la Música: “La idea era crear estudios, escuelas, industria de la música... En ningún momento se había hablado de un espacio para festivales. Lo cierto es que fueron solo palabras porque era un terreno privado y el Ayuntamiento no hizo siquiera intento de adquirirlo. Fue finalmente comprado por los promotores de Mad Cool y las licencias se las da el Consistorio, además de una subvención próxima al millón de euros junto con la Comunidad. Nada que ver con actividades educativas”, según ha explicado a Madridiario Francisco Moya, de la Asociación Vecinal de Getafe Norte.
"No reporta ningún beneficio"
El cambio de ubicación del festival desde el noreste de la capital hacia el límite sur, Villaverde, se concretó en una parcela sin uso muy próxima a la colonia Marconi y al término municipal de Getafe, entre la M-45 y la calle Laguna Dalga. Un año más tarde y tras la celebración de varias reuniones entre organizadores y residentes de la zona, continúa sin haber consenso en cuanto a las condiciones óptimas para su desarrollo, de forma que el nuevo emplazamiento ha vuelto a toparse con la frontal oposición de los vecinos. Tanto es así que a la movilización a través de las redes sociales se une ahora una doble manifestación, con salidas desde Getafe y Villaverde, y que tendrá lugar este mismo martes para dar a conocer la postura vecinal y tratar de poner freno a los macroconciertos. Todo ello a poco más de una semana para el inicio de la actividad, fijada para el 6 de julio.
El principal motivo que subyace el descontento entre la vecindad no es otro que los altos niveles de ruido provocado tanto por los propios conciertos, que tendrán lugar a escasos metros de las viviendas, como por el tráfico rodado derivado de los desplazamientos a cargo de los asistentes. “Después de causar enormes molestias a la vecindad de Valdebebas, Mad Cool ha anunciado su traslado al sur de Madrid, a una parcela de 185.000 metros cuadrados que sus promotores han adquirido y que se encuentra a tan solo 500 metros de la colonia Marconi de Villaverde y a 350 de Getafe, una distancia insuficiente para proteger a la vecindad de los ruidos y otras molestias derivadas de macrofestivales como los que se celebrarán en el lugar”, resume Javier Cuenca, de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), una de las entidades canalizadoras del enfado vecinal.
Idéntica línea argumental es la que siguen desde la Asociación de Vecinos Getafe Norte, quienes desconfían de la planificación prevista y no dudan en tildar el plan de ruidos elaborado por las autoridades como un “chiste”: “El mapa de ruido inicial parece un chiste porque toda la nube de ruido se expande alrededor y justo en la línea con las fachadas baja de 80 a 50 decibelios. Consideramos que eso es imposible y que lo pongan en un mapa es de risa. De normal ya se superan los 50 decibelios solo con el tráfico”. En barrio Marconi la situación no difiere en demasía: “Estamos muy por encima de los límites en cuanto a contaminación acústica, que van a superar los 65 decibelios”, explican los integrantes de la Asociación Vecinal Colonia de Marconi. Por el contrario, fuentes de la organización garantizan a este digital que "la afección sonora a las zonas residenciales cumplirá con lo establecido por la legalidad vigente" pues "para nosotros es muy importante que la conviviencia con los vecinos sea ejemplar y podamos contar con ellos para el desarrollo del proyecto".
Tanto Getafe como Marconi coinciden en recordar que "el plan inicial, planteado en una reunión con organizadores y Ayuntamiento de Getafe, era soterrar el escenario principal aprovechando el talud de la M-45. Prometieron hasta 15 metros, después 10, bajaron a 5 y ahora lo han rellenado y dynamicado para dejarlo a nivel de calle", según Francisco Moya, de la Asociación de Vecinos de Getafe Norte. De hecho, Moya asegura que también solicitaron la instalación de pantallas acústicas en las reuniones mantenidas, pero se les informó de que no eran necesarias.
Un problema de movilidad
A la cuestión de la huella acústica se suma la preocupación en cuanto a la seguridad de los accesos y el más que posible “colapso” al que se podría enfrentar la zona en caso de no disponer de suficientes medios de transporte público alternativo para los 80.000 asistentes previstos. “Planteamos un recurso por el tema de la movilidad. El 28 de junio nos reuniremos con la Policía Municipal porque el mapa inicial contemplaba el barrio como zona de aparcamiento para la gente que viene en coche. Dijimos que no. También estamos pendientes de reunirnos con Delegación de Gobierno”, explican los vecinos de Marconi. “En días de fútbol, el barrio ya se colapsa y estos días va a ser muchísimo peor”, apostillan desde Getafe.
Una de las medidas solicitadas por los residentes y aprobada ya por los responsables municipales fue la de cambiar el lugar de entrada de taxis y VTC, que iban a acceder por la calle Resina, la que usan habitualmente los vecinos para acceder a la Avenida de Andalucía, y la avenida de Valdepinto, por la que se llega hasta la M-45. "Nos dieron la razón porque se puede acceder desde San Cristóbal de los Ángeles y también por la vía de servicio de Villaverde Alto, en la carretera de Toledo, sin necesidad de entrar en el barrio", según explican desde la asociación vecinal de Marconi.
En paralelo, el dispositivo especial de movilidad previsto incluye la puesta a disposición de autobuses lanzadera entre la 1:00 y las 3:30 horas. Los viajes serán ratuitos e irá desde la Gran Vía de Villaverde hasta Legazpi. Asimismo, contempla la ampliación del horario de Metro hasta las 4:00 horas. En este caso el trayecto será de Villaverde Alto a Sol, con paradas en Legazpi y Embajadores. “Los organizadores del festival estiman que la mitad de los asistentes van a acudir en vehículo público o privado y todo lo que esté a uno o 1,5 kilómetros a la redonda va a colapsar. Al otro lado de la M-45 está el campo de fútbol del Getafe. También está el polígono Marconi. Va a haber una zona cero y una onda expansiva alrededor. Además, se producirán atascos”, lamentan, en cualquier caso, los representantes de la FRAVM.
En materia de seguridad, los vecinos de Getafe advierten de un punto que puede convertirse en crítico: el puente de acceso por la avenida Real de Pinto, que carece de espacio para el peatón y, sin embargo, podría invitar a los asistentes, dada la cercanía, a emplearlo como vía de acceso al festival tras aparcar su vehículo en Getafe a través de la glorieta de la M-45. A este respecto, los residentes carecen de información alguna acerca de la puesta en marcha de dispositivos policiales especiales que velen por la seguridad de todos.
Anuncio de movilizaciones
Frente a la incertidumbre en la que ahora mismo se encuentran y unidos en la Plataforma Stop Mad Cool, los vecinos de Villaverde y Getafe han decidido emprender este mismo martes dos movilizaciones paralelas y que tienen como punto de encuentro las propias instalaciones del festival. Las dos columnas partirán a las 19:30 horas desde la Estación de Renfe San Cristóbal Industrial y la sede de la Asociación Vecinal de Getafe Norte, en el número 63 de la avenida de los Ébanos, respectivamente. La primera discurrirá por la calle Laguna Dalga hasta desembocar en la avenida Real de Pinto. La segunda, por su parte, transcurrirá por la avenida Rigoberta Menchú y la glorieta Fuente de Goya, para superar después la M-45 y continuar por la avenida Real de Pinto. La protesta, concluyen, “viene a poner encima de la mesa que se ha hecho todo de manera precipitada y sin consenso con las asociaciones. Todo lo que nos han hecho llegar son estimaciones y estudios sin llevar a la práctica el festival. En Valdebebas estaba dando muchos problemas, lo que nos hace pensar que aquí va a ocurrir lo mismo. Ojalá nos equivoquemos”. La marcha cuenta además con el apoyo de la FRAVM, la Federación de Asociaciones contra el Ruido y el Ayuntamiento de Getafe.
Más allá del Mad Cool, el recinto ha anunciado ya la celebración del concierto de Harry Styles el próximo 14 de julio, el Reggaeton Beach Festival del 22 al 23 del mismo mes y el Coca-Cola Music Experience en septiembre.
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