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La crisis del Govern se acentúa con el 5º aniversario del 1-O

La crisis del Govern se acentúa con el 5º aniversario del 1-O
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(Foto: PDeCAT)
domingo 02 de octubre de 2022, 14:12h

Ayer el independentismo conmemoró de nuevo los ya 5 años del 1 octubre, cuando sacaron las urnas a la calle para realizar un referéndum ilegal que decidiese la independencia de Cataluña.

Pero esta vez lo han hecho entre abucheos, gritos de dimisión al president de la Generalitat, Pere Aragonès, y ovaciones a Carles Puigdemont, que ha amenazado con desbordar al Govern si no avanza en el proceso independentista.

El acto principal congregó a unas 11.000 personas, según la Guardia Urbana, y tuvo lugar en el Arco del Triunfo de Barcelona.

Aragonès no asistió a esta concentración, pero sí lo hizo la ex presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, quien, entre abucheos y algunos aplausos, ha pedido una "estrategia común" del independentismo, que debe ser "transversal" para ser "más fuerte", por lo que ha pedido que deje de "enfrentarse" y plante cara al Estado conjuntamente.

Entre silbidos fue recibida también la secretaria general de ERC, Marta Rovira, cuando la mencionaron como una de las dirigentes que se encuentran en el "exilio" junto a Puigdemont y Toni Comín. Dos figuras que sí recibieron una sonora ovación.

¿Fractura irreparable?

"Muchos de vosotros estáis enfadados, decepcionados y desilusionados. Y lo comprendo y comparto. Porque tras el 2017 lo tuvimos cerca. Pero estoy contenta porque no estáis desmovilizados. Sois luchadores que no os rendís nunca", exclamó Forcadell emocionada.

El acto se ha visto enturbiado por las divisiones en el movimiento, sobre todo en el momento en que el conductor ha mencionado a los dirigentes en el "exilio".

Marta Rovira, huida de la justicia española en Suiza como una de las dirigentes que pilotaron la organización del 1-O, ha recibido silbidos, pero las ovaciones se han desatado cuando se ha mencionado a Toni Comín y a Carles Puigdemont (ambos en Bélgica desde hace 5 años).

"¡Puigdemont, nuestro presidente!", ha sido el cántico que se ha repetido en más ocasiones, compartido con el de "Govern dimisión", una de las proclamas más coreadas.

El ex president, en su intervención telemática, se ha mostrado especialmente contundente con la línea marcada por Aragonès, aunque no le ha mencionado explícitamente en ningún momento de su discurso.

Además, le ha advertido de que los votos que hoy le "permiten gobernar" en Cataluña "vienen de este desbordamiento democrático" que demostró el independentismo con el referéndum unilateral del 1 de octubre de 2017.

Y ha terminado apelando a "los que hoy tienen la responsabilidad" del Govern a que "se pongan al servicio de lo que decidimos hace cinco años, que ya toca".

Este es, según él, un reto que el Consejo por la República (espacio parainstitucional que lidera Puigdemont desde Bélgica) "se propone encabezar, por si alguien se despista y, una vez ha cogido nuestros votos, ya no lo vemos nunca más", subrayó el dirigente catalán.

"Si no se avanza en la dirección marcada por el referéndum legal, democrático y vinculante, el Consejo por la República tiene la obligación de ponerse al frente", ha remarcado Puigdemont.

La Asamblea Nacional Catalana levanta un muro de urnas ante la Generalitat

Por su parte, la Asamblea Nacional Catalana (ANC) ha levantado un muro de urnas ante el Palau de la Generalitat para reivindicar el referéndum del 1-O y ha asegurado que la independencia solo llegará a través de la movilización popular porque "la unidad está en la calle", a diferencia de la "división" interna del Govern.

Esta acción reivindicativa de la entidad independentista simboliza "la distancia y el muro entre el voto del 1 de octubre y la no voluntad de los partidos de hacer la independencia", explicó la presidenta de la ANC, Dolors Feliu.

"Eso es lo que queremos denunciar con este muro. O hay un plan para hacer la independencia o no nos quedaremos quietos: pediremos elecciones, presentaremos una lista cívica y tiraremos adelante", ha señalado la dirigente, que también consideró que la presión de la entidad desde la Diada ha "roto el inmovilismo y parece que los partidos tienen tensiones".

Varios centenares de manifestantes se congregaron en la Plaza Santa Jaume de Barcelona, donde corearon cánticos contra el presidente catalán ("Aragonès dimisión") u otros como "Puigdemont, nuestro presidente", "No nos merecemos los políticos que tenemos", "1-O, ni olvido ni perdón" o "Fuera la bandera española".

Girona a la cabeza del independentismo

De forma paralela, un grupo de independentistas consiguió colgar una pancarta del balcón del Ayuntamiento de Girona en la que llamaban a "liberar" la ciudad y animaban a la desobediencia civil, en conmemoración del 5º aniversario del 1-O.

Los activistas iban vestidos con un mono blanco y llevaban el rostro cubierto por una máscara para que no se les reconociese.

El lema de la pancarta era "Liberemos Girona", y una de las organizadoras ha leído un manifiesto donde proclamaban que la ciudad quedaba a partir de entonces "bajo el control de la República catalana".

A su vez, hubo unas 300 personas que se manifestaron por las calles del centro de Girona, en un acto convocado por los CDR, y terminaron su marcha quemando un muñeco de paja con el rostro del presidente catalán y una bandera española.

"Cinco años de una gran estafa, políticos de mierda" exclamaban los manifestantes, frente a la sede de la Generalitat de la ciudad.

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