El Grupo Socialista y el sindicato UGT del Ayuntamiento de Madrid denunciaron que la Unidad Integral de Policía Municipal del distrito de Retiro tiene numerosos problemas de seguridad y que a tan sólo cinco metros del barracón de esta unidad pasan unas catenarias ferroviarias con un voltaje de 25.000 voltios.
El centro, en el que llegan a trabajar hasta cien policías a la vez y al que acuden ciudadanos, está situado en un parque del Área Planeamiento Incorporado Cocheras. Junto a las instalaciones, aparte de las vías del tren, se encuentra un puente a escasos ocho metros.
El secretario general de UGT de Servicios Generales y Policía en el Ayuntamiento de Madrid, Luis Miguel López, explicó a Madridiario que que la situación de inseguridad es clara.
"Sólo existe un acceso en vehículo al local y desde el puente se puede atacar la unidad sin problemas porque las cámaras de seguridad ni siquiera enfocan a esta zona. Los agentes municipales, como fuerza de seguridad, son un objetivo terrorista, con lo que habría que cuidar mucho más sus centros de trabajo".
Para López los problemas no se acaban ahí. Cuando pasa el tren, a escasos diez metros, toda la instalación tiembla. La proximidad de los cables de alta tensión puede provocar problemas de salud a los trabajadores. El arcón de seguridad donde guardan las armas se ha hundido al colocar las pistolas porque el material con el que está hecho el local no soporta tanto peso. De hecho, no usan el arco de seguridad por la misma razón.
'Los tres cerditos'
Este lunes el sindicato envió al lugar a un técnico de prevención de riesgos laborales para realizar un informe exhaustivo sobre el tema. López se muestra sorprendido por la pasividad con la que se ha tratado el tema.
"Han llevado una unidad policial a trabajar a la casa de los tres cerditos, con verdadero peligro para sus personas. Queremos que se garantice que el local reúne las condiciones óptimas para trabajar con seguridad", aseguró el sindicalista.
Por su parte, la portavoz adjunta de los socialistas en el Consistorio y concejala en Retiro, Ángeles Álvarez, concretó a Madridiario que "el local está en una ubicación de peligro que lo convierte en una ratonera". La edil aseveró que es "sorprendente la falta de interés del Gobierno del PP ante esta situación, ante la que alegan que todo cumple la normativa".
En el Pleno de la Junta Municipal de distrito, el Gobierno municipal aseguró que el local cumple con la normativa sanitaria y de seguridad y que no existe peligro ni para los agentes ni para los ciudadanos.
Hasta hace pocas semanas este era el lugar en el que habían reubicado a los mayores del centro Pérez Galdós: un espacio modular fabricado con materiales de obra.