La columna de Gema Lendoiro: "¿Y quién va a cuidar al niño de Soraya?

Que vaya por delante que todas las decisiones que las madres toman con respecto a la crianza de sus hijos me parecen buenas. Siempre y cuando no traspasen los límites del abandono, malos tratos y vejaciones a los menores. Esto es algo que entra dentro de la lógica pero como siempre hay algún lector con sumo celo a la hora de valorar todas y cada una de mis palabras lo aclaro de antemano no vaya ser el demonio que me acusen de ser tolerante con todo.

Llevo 14 meses ejerciendo de madre y como la típica madre primeriza estoy muy interesada en estos temas y leo todo lo que pasan delante de mis ojos acerca de la crianza. Me sé de memoria ya las teorías y argumentos de quienes defienden la crianza natural, con apego, la lactancia materna prolongada, a demanda. Y, cómo no, me sé de memoria también los argumentos que defienden una educación con menos apego y que consideran al niño como un ser manipulador al que hay que educar desde el día que nace o, simplemente las teorías que quedan, digamos, en el medio y proclaman que la madre haga lo que el sentido común le dicte. Se sorpenderían, además, de ver cómo en los foros de internet se pelean unas con otras.

Desde el domingo me ronda por la cabeza la siguiente pregunta: ¿qué hace Soraya en el balcón? ¿ya se ha recuperado? ¿y el niño? ¿Estará en Genova? ¿en casa?¿quién se está haciendo cargo del niño de Soraya? La número dos del gobierno electo dio a luz una semana antes de las elecciones generales. Bien es cierto que habiendo sido parto natural y a pesar de ser primeriza, se ha recuperado perfectamente y parece que, al menos en cuestiones físicas y de salud, no tiene problemas en incorporarse de nuevo al trabajo.

Imagino que una mujer como Soraya tiene toda la intendencia de cuidado de su hijo resuelta. Además de lo que casi todas las madres tienen, maridos/padres de la criatura y abuelas, ella, muy probablemente, dada su situación laboral tendrá más que solucionada la contratación de personas que cuiden del retoño. Soraya no es la primera mujer que se incorpora enseguida al trabajo después de dar a luz dentro de la política. Ahí tenemos el ejemplo de Rachita Dati y de Carme Chacón que apuró hasta el final el embarazo viajando incluso a Afganistán y enseguida volvió al Ministerio de Defensa.

Es de suponer que han valorado de manera concienzuda qué hacer a la hora de escoger entre sus prioridades y han decidido que la crianza de las primeras semanas es perfectamente compatible con sus altos cargos políticos, cargos que las requieren, a buen seguro, más de las ocho horas laborales de rigor.Es de imaginar que llegar a donde han llegado ha supuesto un ingente esfuerzo en su vida privada y, presumo que no digo así, que a la hora de decidir volver al trabajo les ha pesado más la "responsabilidad política". Sentimientos de culpabilidad aparte que puede que Soraya tenga ( o no, nunca se sabe) por separarse de su retoño tan pronto, estoy convencida de que habrá voces que se escandalicen y la acusen de no favorecer la conciliación familiar al no dar ejemplo y no agotar la baja por maternidad (por cierto que aquí, hasta donde yo sé es obligatoria las primeras seis semanas aunque supongo que no será un delito saltárselas) Otras aplaudirán su decisión porque, dirán, es una manera de dejar claro que una maternidad no tiene por qué interferir en la vida profesional de las mujeres.

Sea cual sea la postura a mí lo que realmente me soprende es que si hubiese sido Mariano Rajoy el que hubiese tenido un hijo hace una semana, esta columna no tendría sentido y no la estaría escribiendo. Eso dénlo ustedes por hecho. Y eso es precisamente lo que todavía no hemos logrado. El único problema que veo de que ella se incorpore de inmediato, siendo una mujer tan pública y a partir de ahora parece que más ya que todo apunta a que será vicepresidenta del gobierno, es que muchos hombres jefes de muchas mujeres tomen como ejemplo a Soraya y, aunque por ley lo tengan prohibido, presionen a las mujeres que sean sus empleadas o subordinadas y las arenguen a volver cuando antes al trabajo porque, "¡mira Soraya, a la semana de dar a luz ya estaba formando un gobierno, no vas a poder hacer tú un informe de nada!" Y eso, de darse el caso, sería un paso hacia atrás. Porque, recordemos, la baja por maternidad no es una enfermedad común sino un derecho que tenemos las mujeres cuando nos sucede lo que muchas consideramos como el acontecimiento más importante de nuestras vidas. Y añado que, yo no dudo que haya mujeres que no tengan "más remedio" (como se ve que es el caso de Soraya) que volver al tajo enseguida pero otras, por mucho que nos guste nuestro trabajo (servidora se incluye) prefieren y necesitan hacer el parón para cuidar, amamantar o dar el biberón al bebé recién nacido.

En cualquier caso, felicidades por tu maternidad y que la disfrutes entre pleno y pleno...si es que puedes y no te caes de sueño porque por muy vicepresidenta que sea su madre, ese niño por las noches también llorará. Bueno, igual no, las hay que hasta en eso tienen suerte.