Adiós al 'flaco' Spinetta

En nuestro país nunca fue tan conocido como García, ni mucho menos como Calamaro, pero el 'flaco' estuvo antes que ninguno de los dos y sus primeros discos con Almendra y Pescado Rabioso se encuentran en lo más alto del panteón del rock en castellano. Su primera banda, Almendra, fue coetánea de los pioneros del rock argentino, grupos como Los Gatos o Manal, formándose en el año 67 cuando Spinetta era tan solo un adolescente. El primer disco de la banda, publicado en 1969, contenía varias maravillas como 'Ana no duerme', 'Laura va' y, sobre todo, 'Muchacha (ojos de papel)' una de las canciones más hermosas cantadas en nuestro idioma.

El trío sacó un segundo trabajo al año siguiente, un doble álbum en el que se veía una faceta más rockera del 'flaco' y que, en cierta medida, adelantaba el sonido de su siguiente banda, Pescado Rabioso. Entre medias le dio tiempo a publicar su primer disco en solitario, 'Spinettalandia y sus amigos', donde se dio el gustazo de tocar con otros pioneros del rock argentino como Pappo o Miguel Abuelo. La etapa con Pescado Rabioso es la más fructífera del 'flaco'. Los tres discos del grupo siguieron una evolución al revés que en Almendra, del blues rock pantanoso del primer disco, 'Desatormentándonos', publicado en 1972, pasó al intimismo del último, 'Artaud'. Un disco que, a pesar de estar firmado por la banda, fue un esfuerzo en solitario de Spinetta. Y menudo esfuerzo, influenciado por el escritor francés Antonin Artaud, el guitarrista y cantante dio el do de pecho para entregar el que la revista Rolling Stone consideró el mejor disco de la historia argentina. Los votos vinieron por parte de lo más granado del panorama musical del país, García, Cerati, Calamaro, Páez... En la misma encuesta aparecía el primer disco de Almendra como sexto y el segundo de Pescado Rabioso entre los 20 primeros, Charly y su 'Clics modernos' se tuvo que conformar con el segundo puesto.

El resto de la carrera de Spinetta le vio inmerso en nuevos proyectos como Invisible, donde coqueteo con el prog rock, aunque le dio tiempo a seguir entregando canciones como 'El anillo del capitán Beto'. Siguió girando y grabando hasta que el cáncer le ha arrebatado la vida. Eso es todo lo que le pudo quitar, alguien que ha compuesto, cantado y tocado la guitarra en temas como 'Rutas argentinas', 'Blues de Cris' o 'Todas las hojas son del viento' aunque esté muerto siempre vivirá cada vez que alguien los escuche. Así que no hay mejor forma de despedir al maestro que haciéndole inmortal. Y aunque al final el 'flaco' dijo eso de "atado a mi destino sus ojos al final olvidaré", la mayoría de sus seguidores no podemos olvidar a aquella muchacha con ojos de papel: