'CoroSon' canta en Galileo una atractiva mezcolanza de culturas musicales planetarias

Las músicas populares tienen un denominador común en todo el planeta: fueron son y serán 'per omnia saecula saeculorum' el depósito de la tradición y la cultura de cada país, la mejor expresión de los sentimientos de sus gentes, la perfecta explicación de sus formas de vida. Y como no todo va a ser pop, rock y canción de autor, la siempre interesante programación de la mítica Sala Galileo, de Madrid, ha incluido este muestreo musical para este martes 24.

Con el protagonismo de estos tres expertos grupos de aficionados -en cuanto a su dedicación-, cuyos directos nada tienen que envidiar a los  profesionales en cuanto a la calidad de su respectivos sonidos. Ellos ofrecerán, por separado y juntos, una selección de temas vocales e instrumentales de distintas procedencias, en las que habrá también participación del público para darle al recital un aire de fiesta y explosión musical.

Culturas de comunidades migrantes

'CoroSon' es el coro de la Escuela  'Aula de Músicas', un centro de formación musical que hace más de una década realizó una romántica apuesta en el barrio de Arganzuela como academia y también como lugar de diversión en torno a las voces y los instrumentos que ha calado con fuerza en el distrito, convirtiéndose en una de las señas de identidad cultural del mismo. Dirigido por la polivalente Cristina Fernández Correa, a lo largo de este tiempo han sido miles las personas -de diversas procedencias y edades- que han pasado por allí como alumnos.

Cristina, que está al frente de 'CoroSon' también lo hace con 'Café Irlandés', un grupo instrumental integrado por cinco amantes de la música: Antonio Lafuente y Fernando Cembranos (flauta travesera), Elena Iznaola (guitarra), Marta Pascual (acordeón) y Mirta Robles (violonchelo). Por su parte, 'Voces de Ida y Vuelta', dirigido por Guayamina Calvo y Cristina Mora, es el coro de la 'Asociación Música de Ida y Vuelta', cuyo objetivo es crear espacios de intercambio entre las culturas de las comunidades migrantes, siendo la música el elemento integrador esencial. Lo dicho/escrito: la mezcla es buena.