Uno de los
fines de este masaje es llegar a practicar el coito sin exigencias,
es decir sin la presión psicológica que implica la practica del
acto sexual. Esta es una recomendación
que a menudo, suelo dar a mis pacientes.
Es una herramienta que ayuda a las
parejas con dificultades sexuales en
sus relaciones a superar la ansiedad y
el temor que les produce el contacto físico.
El
objetivo de este masaje es proporcionar placer sensual y sexual,
y se diferencia de los clásicos masajes terapeúticos cuyo objetivo
es relajar los músculos y aliviar la tensión corporal. En
el masaje
erótico reina la estimulación tactil y se
utilizan las caricias, los roces, el frotamiento, los abrazos ...
Está indicado para todas las parejas,
y todas las relaciones sexuales podrían mejorar si de vez en cuando
se molestaran en darse un masaje erótico.
Todos
necesitamos el contacto físico corporal.
La sociedad enseña a limitar el contacto físico a actividades que
lo permiten como practicar el sexo, el atletismo, el saludo o las
expresiones agresivas. Pero las
parejas que limitan el contacto físico a la sexualidad corren el
peligro de perder el
contacto emocional, y si ambos
miembros de una pareja ignoran durante un tiempo el contacto piel a
piel pueden perder el deseo
sexual.
Si a partir de
ahora quieres practicarlo, toma nota.
Busca una lugar tranquilo, sin ruidos,
donde no os puedan molestar ...
Calienta entre las manos un poco de
aceite perfumado masajeando suavemente a tu pareja por todo el
cuerpo, empezando por la espalda. Desliza tus manos por la superficie
del cuerpo utilizando movimientos largos. Amasa el cuello, no con
mucha presión, y la parte superior de la espalda para liberar las
tensiones de la excitación sexual.
Usa
las yemas de los dedos rozando a penas la piel, pero sin hacer
cosquillas. Puedes utilizar el pelo, la boca o tu cuerpo para
acariciar el cuerpo de tu pareja. Amasa las nalgas, la hendidura que
las separa y continua masajeando hasta el ano. Luego el perineo ... y
pidele que se dé la vuelta. Pon una de tus manos en la parte
delantera del cuerpo utilizando los movimientos anteriores y con la
otra masajeale el pecho. Acariciale los pechos y alterna las
presiones y los movimientos suaves.
Por
último, recorre lentamente su cuerpo desde el pecho a los genitales.
Acariciale las ingles, sube a la tripa y vuelve a bajar al interior
de las ingles. Cuando llegues a los genitales acaricialos y masajea
si puedes un poco el abdomen, el pecho o los muslos. Llegado este
punto, el nivel de deseo y de excitación de tu pareja te indicará
hasta dónde puedes llegar con el masaje genital.
Y
si has leído esto ponlo en práctica, y si el masaje
erótico no te produce los resultados
que esperas, ponte en contacto con un sexólogo
que os orientará para que la
comunicación
entre vosotros sea más fluida
y para que podáis llegar a un mejor entendimiento.
_____________________________
Ana de Calle
Sexóloga y Terapéuta de Pareja
www.elsexoesvida.com
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