La reforma laboral ya da sus frutos: aumentan un 53,3% los trabajadores afectados por un ERE hasta agosto

El número de trabajadores afectados por expedientes de regulación se ha disparado tras la coincidencia de la entrada en vigor de la reforma laboral y la caída de España en recesión. Para el Gobierno, el cambio normativo, tal y como defendió ayer mismo la ministra del ramo, Fátima Báñez, ha sido muy beneficiosa en la medida en que ha permitido a las empresas transformarse en más "saludables".

Para ello, ahora gozan de un mayor rango de opciones para acogerse a los diferentes tipos de ERE como los de despido temporal o reducción de jornada. No obstante, ante el persistente deterioro de la actividad, en agosto también ha aumentado el número de empresarios que optan directamente por el despido para hacer frente a la situación.

De hecho, ha habido más despedidos de forma colectiva que afectados por una reducción de jornada, una medida que el Ejecutivo defendió para aumentar la flexibilización interna de las empresas y con las que justificó la reforma.

Según ha publicado este jueves el Ministerio de Empleo, el número de trabajadores incluidos en expedientes que significaron el despido aumentaron su proporción frente al resto hasta el 27,6% del total cuando, en julio, solo alcanzaron al 15%. En total, 7.504 asalariados fueron incluidos en este tipo de ERE.

Pese al cambio de tendencia con respecto a los meses precedentes, la mayoría de procesos siguen correspondiendo a expedientes de suspensión temporal, con el 55% del total o 14.987 afectados. Los de reducción de jornada, aunque también aumentaron su peso en el conjunto, subieron menos y se quedaron en el 19% de todos los ERE.

En agosto, los expedientes de regulación de empleo, fueran del tipo que fueran, implicaron a 27.186 personas. Mientras, en los ochos primeros meses del año los afectados se elevan a 299.021, lo que equivale a un incremento del 53% con respecto al mismo periodo de 2011. Este fuerte repunte del número de afectados por expedientes ha tenido lugar tras la entrada en vigor de la reforma laboral, que elimina la necesidad de que sean autorizados por Trabajo y, también, que tengan que ser acordados entre la empresas y los trabajadores.

El cambio legal, asimismo, amplia el rango de opciones que pueden alegar las compañías para reuducir plantilla o cambiar las condiciones laborales.