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Crónica del concierto

Johnny Winter en Madrid, la decadencia de una leyenda

Johnny Winter en Madrid, la decadencia de una leyenda

sábado 27 de abril de 2013, 11:44h
Había expectación para ver a Johnny Winter este viernes en la Sala Arena, o Marco Aldany que me parece que es su nombre actual. El albino más famoso del rock es una leyenda viva del blues-rock, un guitarrista increíble que a finales de los años sesenta y principios de los setenta entregó varios discos señeros del género. Luego vinieron los problemas con las drogas y los interminables problemas físicos, pero siempre había sido un respetado músico de directo.
El concierto comenzó con su banda, guitarra, bajo y batería demostrando que eran profesionales sólidos, aunque tampoco nada del otro mundo, en esto del blues pasa un poco como con el flamenco, hay gente que lo tiene y gente que no. ¿El qué? Pues eso que los gitanos llaman duende, los americanos feeling y así. Johnny Winter es uno de esos elegidos. O lo era. Porque la versión 2013 de Winter es claramente de decadencia, sus problemas físicos apenas le impiden tenerse en pie, la mayor parte del concierto toca sentado, pero, lo que es más grave, también afectan a su digitalización y rapidez a la hora de tocar la guitarra. A pesar de todo, a un 20% de su rendimiento, Johnny lo tiene y su habilidoso compañero a las seis cuerdas no.


La cosa comenzó con el 'Johnny B. Goode' de su ídolo Chuck Berry. La versión palideció ante las de 'Second Winter' y 'Live Johnny Winter And'. Aquello fue la tónica, un grandes éxitos de blues y rock, 'Good Morning Little Schoolgirl', 'Got my mojo working', 'Bonnie Moronie', 'Jumpin´ Jack Flash' o 'It´s all over now' se fueron sucediendo sin gracia y ensuciadas por un sonido horrible en la sala. Encima el sonido de la guitarra de Winter estaba enterrado entre el de los tres músicos y apenas se podía apreciar. Como hemos dicho, tampoco es para tanto, ya que Winter está a un 20% de capacidad pero habíamos ido a escuchar a Winter no a su banda. Para colmo su grandísima voz tampoco es lo que era y el viejo gruñido de bluesman tejano también quedó sepultado por el mal sonido y los acoples.


 Así andaban las cosas, cuando tras un primer parón apareció Johnny con su vieja Gibson Firebird y el 'slide' en su mano izquierda. Un escalofrío recorre mi espalda y como por arte de magia, el duende aparece con su intepretación del clásico de Elmore James 'Dust my broom'. Ahí sí que se nota al guitarrista intuitivo, al as de las seis cuerdas. Como colofón tocaron su versión más famosa, el 'Highway 61' de Dylan pero no les quedó también por tocarla a un tempo demasiado rápido, eso sí, Winter siguió demostrando que con el 'slide' sigue siendo un maestro. Puede que lo que vimos sea la decadencia de una leyenda pero siempre podremos alardear de haber visto tocar el 'slide' al gran Johnny Winter.

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