San Sebastián, entre las cenizas de una historia pasada

Hace 200 años, en junio de 1813, las tropas anglo-portuguesas, al mando de Sir Thomas Graham y el Duque de Wellington, sitiaron la ciudad, que estaba dominada por las tropas francesas. Tras varios días de bombardeos, el 31 de agosto tuvo lugar el asalto definitivo, a través de la brecha abierta en las murallas.

   El saqueo de las tropas anglo-portuguesas causó un gran incendio, del que sólo se salvaron las edificaciones situadas al norte de la calle de la Trinidad (iglesias de Santa María y de San Vicente y conventos de San Telmo y de Santa Teresa).

   Dos siglos después la ciudad que se levanta sobre sus cenizas se ha convertido en una ciudad moderna y vanguardista, que, rodeada por el monte Igueldo y el Urgull, cuenta con varias de las mejores playas de España, entre las que destaca 'La Concha'.

   No obstante, este incendio dejó tras de sí las huellas de una historia que se reconstruyó para no olvidar y marcar el futuro de lo que es hoy en día San Sebastián.

RECUERDOS EN LA SAN SEBASTIÁN ACTUAL.

   Entre las calles de la parte vieja, hay una de ellas, de las más famosas para irse de 'pintxos', que conmemora la fecha del 31 de agosto para recordar aquel acontecimiento histórico. Allí permanecen en pie algunas de las casas más antiguas de San Sebastián, además de los restos de la muralla que protegía a la ciudad.

   Aunque parte de esa muralla puede verse entre los montes que rodean la urbe, resulta curioso que debajo de la propia ciudad aún queden restos de la misma. Así, el parking público subterráneo del centro de la ciudad también forma parte de algunas de las visitas guiadas, donde una mampara iluminada muestra estos restos.

   El mercado de La Brecha es otro de los lugares que recuerdan el trágico episodio. Debe su nombre a su ubicación en un punto estratégico de la antigua muralla, ya que era el lugar por donde penetraban las tropas en las numerosas tomas de la ciudad.

   Otros de los lugares que hace memoria, quizás uno de los más mágicos, es el cementerio de los ingleses. Se trata de uno de los espacios más relajantes y atractivos del Monte Urgull. Fue inaugurado en 1924 como reconocimiento a los soldados ingleses que murieron en la batalla de 1813.

   La plaza de la Constitución, que acogió en otros tiempos celebraciones taurinas, es uno de los puntos más importantes de la ciudad. Esta urbe tampoco se entendería sin su puerto. El primer muelle de la ciudad data de 1450, aunque las casas que lo acompañan no se construyeron hasta 1864, una vez derribadas las murallas.

EL AQUARIUM, EL MÁS ANTIGUO DE ESPAÑA.

   Al final del puerto de San Sebastián, antiguamente conocido como el barrio de la Jarana, se ubica el aquarium de San Sebastián. Abrió sus puertas en 1928 por iniciativa de la Sociedad Oceanográfica de Guipúzcoa (fundada en 1908), convirtiéndose de esta manera en el más antiguo de España.

   Dividido en tres plantas, los visitantes pueden disfrutar de una parte dedicada a la propia historia del museo, al comercio marítimo y sus embarcaciones, al puerto de San Sebastián o a la pesca de altura, bajura y de la ballena. Además, este cetáceo tiene un mayor protagonismo en el museo con el esqueleto representado de 11 metros de ballena franca.

   Pero sin duda, la parte más espectacular del aquarium es el túnel de 360 grados donde se puede disfrutar de especies como el tiburón toro, medusas, tortugas, rayas, alitanes o peces payaso, entre otros. Más de 5.000 especies conforman la fauna procedente del Mar Cantábrico, pero también de otras latitudes como el Mar Caribe, el Océano Indico o el río Amazonas.

UNA FORMA DIFERENTE DE ALOJARSE.

   San Sebastián cuenta con una amplia oferta de alojamientos hoteleros. Sin embargo, existe otra forma de pasar unos días en la ciudad disfrutando de los beneficios de alquilar una casa. El portal HomeAway cuenta con un total de 378 anuncios de alquiler en Guipúzcoa, el 63% de los alojamientos anunciados en el País Vasco.

   Este tipo de alojamientos cuentan con sus propias ventajas. Los huéspedes podrán sentirse como en su propia casa, sin necesidad de estar atados a los horarios de las comidas ni a las normas propias de un hotel. La intimidad y la confianza son otras características que tiene este tipo de alquiler.

   De los 378 alojamientos registrados, el 55% de ellos tienen acceso Internet, el 40% cuentan con plaza de garaje, el 32% es para no fumadores y un 14% de ellos permite el acceso a mascotas. Por otro lado, un 19% es apto para personas con movilidad reducida y un 3,4% está acondicionado para ancianos o personas enfermas.