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'El crédito', de Jordi Galcerán, sigue arrasando en el Maravillas de Madrid

'El crédito', de Jordi Galcerán, sigue arrasando en el Maravillas de Madrid

lunes 09 de febrero de 2015, 18:03h

Hay gente que nace estrellada y hay gente que lo hace con estrella. Jordi Galcerán es de estos últimos porque obra que escribe, obra que  estrena y obra que triunfa. Hablo de memoria, pero si usted es amante del teatro, seguro que ya ha visto 'El método Grönholm', 'Burundanga' o 'Cancún'. Y si no lo es, apuesto también sobre seguro  si afirmo que, al menos, ha oído hablar, y bien, de ellas. Y si eso solo fuera poco, no son muchos los autores vivos que pueden decir en algún momento de su carrera (en estos momentos no recuerdo  ninguno más), que  tienen dos o más obras en cartel al mismo tiempo en Madrid. Galcerán, sí. Y, además, con éxito permanente.

Carlos Hipólito se hizo con el premio Valle Inclán de teatro gracias a   'El crédito', comedia de Galcerán que protagoniza junto a Luis Merlo, y ambos bajo la dirección de Gerardo Vera. Cuatro nombres que, por sí solos, son capaces de llenar un teatro, pero juntos ya van por la segunda temporada de llenos diarios, y en teatros con aforo de varios cientos de espectadores. El Marquina de Madrid es uno de ellos (unas 400 butacas), el último  de esta serie,  que, el pasado viernes llenaban, como cada fin de semana hasta el último rincón.

La magia del teatro

Asistí a la segunda función, a las 21 h. Suelo acudir siempre a los espectáculos, al menos con media hora de antelación y esa circunstancia me hizo cruzarme ese día con los espectadores de la  anterior (¡como en los viejos tiempos: dos funciones diarias!, aunque  solo sea algún día de la semana...), y observé sus caras sonrientes y sus comentarios de satisfacción por la hora y media que acababan de vivir.

En mi sesión ocurrió otro tanto. Seguramente, el secreto de un buen espectáculo es ofrecer la frescura, el interés, la pasión, el respeto, y los demás ingredientes necesarios para que el público -asiduo o no a las funciones  de teatro- salga con el convencimiento de que ese día ha ocurrido algo mágico, que todo ha funcionado como un mecano. Que las palabras, las sonrisas, la duda, la angustia, el dolor, los silencios o la desesperación de los personajes han sido únicos, extraordinarios, ese día y en esa función. Precisamente esa es la diferencia entre el oficio y el arte, entre el artesano y el artista, y los forjadores de 'El crédito' demuestran cada día que son de estos últimos.

La historia de 'El crédito' es bien sencilla: Un hombre va a pedir un pequeño crédito (tres mil euros) a una oficina de una entidad bancaria, pero el director de la sucursal, aplicando estrictamente los protocolos marcados por su banco, no ve ninguna solvencia en el  cliente y, por tanto, no alberga ninguna duda de que concedérselo  sería una solemne estupidez.

Pero el cliente tiene razones mucho más poderosas que una simple nómina o un patrimonio personal detrás, que avale su capacidad de hacer frente a la devolución de lo prestado. Con unas palabras y  algún pequeño gesto siembra la inquietud en el director cuando le asegura que, como no le conceda el crédito, va a seducir a su  esposa, a 'tirársela' en menos de tres horas y eso va a cambiar la vida del director. La  seguridad y la  convicción con las que habla el cliente, y el conocimiento de ciertos aspectos íntimos de la vida del  empleado de banca, hacen que, poco a poco, se vayan  alterando los papeles de dominador y dominado, y la intriga se apodere de los atónitos espectadores que contemplan el duelo entre sonrientes, asombrados y expectantes por el desenlace final del encuentro.

La química generada entre los dos actores, Carlos Hipólito (el director), y Luis Merlo (el cliente), se ve desde el primer momento  que es extraordinaria y eso se traduce en una actuación llena de fuerza y comicidad en ambos actores. Pero Carlos Hipólito es un  verdadero animal de teatro y despliega todas sus facultades para  trenzar un personaje perfecto, genial, capaz de  transitar desde la complacencia y la seguridad en sí mismo, a la duda, el temor, la desolación, la transgresión de las normas marcadas, la desesperación  y la resignación. No es extraño que este personaje le valiera a Carlos Hipólito el premio Valle Inclán de teatro del año pasado.

El texto de 'El crédito' me parece a mí que es de factura más simple  que cualquiera de las obras de Galcerán que he citado más arriba, pero la elección de un actor como Hipólito para encarnar a ese  atribulado director de banco es, posiblemente, el punto de inflexión  que hace que una obra triunfe o no.

La pura casualidad ha hecho que esta misma semana haya tenido la oportunidad de hablar largamente con otros dos grandes actores (un actor y una actriz) con los que Carlos Hipólito ha trabajado en algún momento de su carrera. Ambos me hablaron maravillas de él como persona y como compañero de oficio. Ese punto de ser capaz de trasladar su bonhomía de la vida al escenario, y del escenario a la vida, hacen de él que cada día sea considerado como uno de los  mejores actores del panorama actual. Afortunadamente, nos quedan muchos años de vida para poder disfrutar con él, en esta y en muchas otras  aventuras futuras.

En resumen, una comedia de ambiente bancario, de aparente  simplicidad, pero que el genio de Jordi Galcerán, su autor, la ha convertido en una pieza de disfrute para todas las sensibilidades porque con ella sonríen o se carcajean desde el más iletrado de los espectadores  al más erudito. Y todo con una dirección experta y ajustada de Gerardo Vera, que plantea una oficina repartida entre el despacho del director del banco, a la izquierda del  escenario, y una   pequeña sala de visitas a la derecha, con una  puerta de salida justo detrás de esta sala, que está separada ambientalmente por un  biombo, y todo envuelto en una luz con dominio del blanco, como corresponde a una oficina de estas características. Y con dos extraordinarios actores, Carlos Hipólito y Luis Merlo, que  da una perfecta réplica al premiado. Y que, junto a él, hacen que toda una  sala de teatro se rinda ante el espectáculo que dan ambos en esta obra de Galcerán, 'El crédito'.

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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