August Strindberg (1849-1912), es el renovador del teatro sueco y precursor del teatro de la crueldad y del teatro del absurdo. Su influencia sobre el drama moderno es paralela a la del noruego Henrik Ibsen o a la del ruso Antón Chéjov, y sus obras de teatro -unas 70-, continúan representándose hoy en día en los escenarios de todo el mundo. Durante más de un año, Per Olov Enquist leyó los 56 volúmenes de las obras completas de August Strindberg para preparar unas clases en la Universidad de California en Los Ángeles, en 1972 y ese esfuerzo lo convirtió en dramaturgo.
Cuatro personajes bien definidos
El personaje de Strindberg en ‘La noche de las tríbadas’ en la versión que José Carlos Plaza ha presentado en Nave 73 va vestido con ropa vieja, desaliñado y zapatos sin cordones y muy sucios. Lo encarna el actor Jorge Torres, en todo momento en su papel de marido burlado, con ansias de venganza y prototipo de misógino. El papel de Siri, su mujer, lo encarna Montse Peidro, que salió estupendamente del compromiso de dar vida a la gran actriz y esposa del dramaturgo y amante lesbiana de la otra actriz, a quien Strindberg condena a la mudez en la obra que están ensayando, titulada ‘La más fuerte? Este otro papel, el de Marie, la lesbiana alcohólica, lo cubren alternativamente (sábados, una y domingos, otra actriz), Zaira Montes y Pepa Gracia. El día del estreno, que es el que asistimos, era la primera, estupenda también en su papel. Y, por último, el teórico director en esa obra que se está intentando poner en pie es Óscar Ortiz de Zárate, que saca un partido impresionante al personaje con más corta intervención, pero al que aporta una extraordinaria eficacia y comicidad.
El vestuario de Pedro Moreno, el maquillaje y caracterización de Juan Pedro Hernández y el diseño de iluminación de Michael Collis, contribuyen notablemente a definir el perfil físico y psicológico de los personajes, que se mueven en todo momento en un pequeño escenario, cuyo límite está marcado por unas candilejas, y poblado por unas sillas y varias cajas de cerveza porque el teatro donde se va a representar la obra de Strindberg es, a la vez, almacén de bebidas. Un montaje sencillo, delicioso, lleno de inteligencia, buen humor y, al mismo tiempo, de comentarios zahirientes para la dignidad de la mujer que provienen de un hombre endiosado por el teatro sueco, pero cuya vida personal no parece que Enquist quisiera proponer como modelo a los espectadores que acuden en medio mundo a las representaciones de ‘La noche de las tríbadas’.
Y, entre tanto, cada mes de octubre, desde hace ya unos cuantos años, el nombre de Enquist suena como posible premio Nobel, pero ese premio nunca llega, aunque ese tema no parece preocupar mucho al dramaturgo, según confesaba en una entrevista que publicaba el suplemento Babelia, de El País, en marzo de este año. Pero, sus obras (‘La visita del médico de cámara y ‘La bibilioteca del Capitán Nemo’, entre otras) están traducidas a más de 30 lenguas y es, sin duda, el dramaturgo sueco más representado del siglo XX y XXI.
Esta de ‘La noche de las tríbadas’ es, sin duda, una nueva apuesta del laureado José Carlos Plaza de la que sale estupendamente bien parado y en donde muestra una vez más que un buen texto y cuatro estupendos actores son material más que suficiente para mantener durante hora y media -y con 10 minutos de descanso- a los espectadores atados voluntaria y placenteramente a las sillas de Nave 73.
‘La noche de las tríbadas’, de Per Olov Enquist
Dirección: José Carlos Plaza
Nave 73 (Palos de la Frontera, 5 Madrid)
Sábados, 20h y Domingos, 19:30h, de junio