Feria de San Isidro: gravísima cornada en el cuello a Jiménez Fortes, operado en la enfermería y por cuya vida no se teme

Cuando Uceda Leal remató al toro y concluyó el festejo, los espectadores, oprimidos por lo que acababan de presenciar, tardaban en desalojar los tendidos y miraban a la puerta de la enfermería. Dentro del tremebundo susto, los periodistas acreditados pudimos saber pronto que, pese a la enorme gravedad que podía tener el percance, el doctor García Padrós se puso a operarle de inmediato, incluso hablando con Fortes, que estaba consciente. También se hizo saber a apoderado y familia del malagueño que todo estaba controlado y que se tranquilizaran.

La tarde estaba siendo espesa, aunque no olía a esa tragedia que puede sorprender en cualquier momento a esos seres superiores que son los toreros. Uno de los más valerosos, basamento fundamental de su carrera, es el malagueño Jiménez Fortes, por desgracia con demasiados percances ya en su hoja de servicios. Y que vino a la cátedra a cumplir el tópico de salir por la Puerta Grande o por la enfermería. Ya había mostrado sus credenciales con una faena de máxima quietud, temeraria quietud, en el tercero de la tarde, manso y rebrincado como todo el encierro de Salvador Domecq y el remiendo de Fidel San Román.

Al que había recibido de hinojos a 'portagayola' lanceándolo después con suavidad y hondura, como anticipo de la firmeza con que obró con la pañosa tragando y tragando. Los pases por ambos pitones salieron desiguales, pero allí había la emoción de un hombre de verdad jugándosela. Y aumentó el diapasón, y el susto de los espectadores, con unas arriesgadísimas bernadinas cambiando el viaje del toro en el último segundo, antes de enterrar la tizona y lograr la petición mayoritaria de oreja. 

Entreabierta una hoja de la Puerta Grande, Jiménez Fortes salió a por todas con el sexto, repitiendo la escena de la 'portagayola' y las buenas verónicas, con el público ya a su favor, al que brindó. Tras unos doblones por bajo, 'Droguero', que así se llamaba el bicorne, aceptó la muleta del espada en una serie de redondos a distancia. Y después le arrolló, se lo echó a los lomos y le corneó espectacularmente hasta el punto de que muchos de los espectadores llegaron a temer que trágicamente.

Parte médico

Tras más de hora y media de operación, pasadas las diez y media de la noche, el doctor García Padrós dio a conocer este parte médico: "Jiménez Fortes sufre dos heridas por asta de toro, una en región cervical derecha con trayectoria ascendente y hacia adentro de 15 cm que bordea la glándula tiroidea y esófago y que contusiona yugular y carótida llegando a la fascia prevertebral. La  otra, en región sub-mandibular izquierda de 10 cm que bordea la parótida y lesiona el músculo esternocleidomastoideo. Es trasladado en UVI al hospital San Francisco de Asís con pronóstico muy grave."

Poca importancia tiene todo lo demás de esta séptima de Feria, con la mansedumbre de los bicornes, que no ofrecieron demasiadas opciones ni a Uceda Leal, muy desdibujado toda la tarde incluso en lo que era su especialidad, el uso de la tizona, ni al mexicano David Silveti, desbordado por su primero y que al menos logró algún muletazo suelto frente al quinto,al que tardó mucho en matar.

Ficha del festejo

Cinco toros de SALVADOR DOMECQ, y 1º de FIDEL SAN ROMÁN, desiguales de presentación, bien armados en general, mansos, flojos y noblotes. UCEDA LEAL: silencio; pitos tras aviso. DAVID SILVETI: silencio; silencio tras aviso. JIMÉNEZ FORTES: oreja; cogido por el sexto. Plaza de Las Ventas, 14 de mayo. 7ª de la Feria de San Isidro. Tres cuartos de entrada.