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Los veinte 'mejores' malos de la historia del cine

>> Especial Halloween

jueves 29 de octubre de 2015, 18:33h

Aprovechando la llegada de Halloween vamos a repasar a algunos de los ‘mejores’ malos de la historia del cine. Pero no por ser Halloween os lo vamos a poner fácil a la hora de disfrazaros y es que en nuestra lista predominan los cabronazos de carne y hueso por encima de monstruos, bichos o brujas (aunque haberlas ‘haylas’) (Pincha en la galería para ver algunas de sus mejores perlas lingüísticas)

Darth Vader (La Guerra de las Galaxias)

Vader es el malo por antonomasia del cine. Se trata de un hombre (bueno, un jedi, sea lo que sea eso) que se convierte en máquina cuando solían ser las máquinas las que querían ser hombres. Si ‘La Guerra de las Galaxias’ se convirtió en la película más famosa de la historia no fue por Han, Luke, Joda, Leia, ni siquiera Chebwacca. La razón fue Darth Vader, el artista antes conocido como Annakyn Skywalker. En la primera trilogía Vader se alzaba como el personaje fundamental, aunque tenía a un malo por encima (el Emperador) nadie dudaba de que el peligroso era él. Eso sí Vader/Annakyn pasó de ser uno de los mejores malos en la primera trilogía a ser uno de los peores buenos en la segunda.

Sargento Hartman (La chaqueta metálica)

El Sargento Hartman es el encargado de convertir a lo más bajo de la sociedad estadounidense en máquinas de matar sin apenas recuerdo de su pasado humano. El tipo es bueno en su trabajo, quizás porque cualquier emoción humana hace mucho que abandonó su cuerpo, más allá de su devoción por el cuerpo de marines y Dios (por ese orden)

Alex DeLarge (La naranaja mecánica)

Alex DeLarge es uno de los mayores ‘hijoputas’ que han aparecido en celuloide. Un violador que disfruta de la (ultra)violencia casi al mismo nivel que la música del gran Ludwig Van Beethoven. Lo increíble es que, a pesar de todo, hay momentos en ‘La naranja mecánica’ en los que lo llegamos a pasar mal por él. Y es que no hay ‘hijoputa’ que dé más miedo que un Estado Orwelliano capaz de quitarnos el libre albedrío, como bien saben el cura y el cabo de la Guardia Civil en ‘Amanece que no es poco’.

Roy Batty (Blade runner)

El malo poeta, una máquina capaz de derramar lágrimas (en la lluvia) por los rayos C que brillan en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser que lo mismo te gana al ajedrez que te destroza el cráneo con sus manos.

HAL 9000 (2001, una odisea del espacio)

HAL 9000 es uno de los malos que menos palabras ha pronunciado, eso sí, todas ellas son capaces de producir un escalofrío en el que las oye, aunque solo te esté dando los buenos días, HAL es una amenaza en la sombra, el ojo que todo lo ve y todo lo oye, yal que no se le puede matar destrozando un anillo.

Coronel Hans Landa (Malditos bastardos)

Tarantino le sirvió en bandeja a Christoph Waltz el personaje de Hans Landa y este respondió con su mejor interpretación hasta la fecha. Un nazi sin ideología que disfruta tanto cazando judíos como vendiendo a sus jefes a los americanos. Un cabronazo capaz de vender a su madre con tal de estar en el bando ganador.

Reverendo Harry Powell (La noche del cazador)

Dos palabras, Robert Mitchum. El hombre que dio la vida al Max Cody brinda uno de los villanos más imponentes de la historia. El rostro del Reverendo Harry Powell es el que aparece en las pesadillas de los niños. El auténtico coco tiene escritas las palabras ‘amor’ y ‘odio’ en sus nudillos: “Estoy perdiendo la paciencia, niños. Salgo a buscaros.”

Frank Booth (Terciopelo Azul)

La mayoría de los malos de esta lista son unos hijos de puta sin corazón pero, también, gente fría capaz de mantener la calma, Frank Booth no. El psicópata más aterrador que ha aparecido en la gran pantalla, una bomba de relojería que estalla continuamente. Booth nunca está en calma, ya sea escuchando ‘Blue Velvet’ o ‘In dreams’, aspirando lo que sea por su mascarilla o follando con ‘mami’, siempre es un terremoto en erupción.

Harry Lime (El tercer hombre)

El más ‘cool’ de los malos de la historia, Harry Lime es un chantajista inmundo, capaz de sacar beneficio de las miserias de la posguerra europea pero al igual que le pasa al personaje de Alida Valli es imposible tenerle manía. Y eso es gracias a una de las entradas más famosas de la historia del cine (el maullido de un gato, unas sombras y la sonrisa ladeada de Orson Welles) y a su propia explicación de su vileza: "Recuerda lo que dijo no sé quién: en Italia, en treinta años de dominación de los Borgia, hubo guerras matanzas, asesinatos... Pero también Miguel Ángel, Leonardo y el Renacimiento. En Suiza, por el contrario, tuvieron quinientos años de amor, democracia y paz. ¿Y cuál fue el resultado? ¡El reloj de cuco!"

Terminator (Ídem)

El malo que menos palabras ha tenido que utilizar para pasar a la historia. Si eres una máquina prácticamente indestructible con el único objetivo de matar a Sarah Connor tampoco te vas a poner a recitar a Shakespeare. Menos mal porque Arnold Schwarzenegger resulta imponente como máquina de matar pero si tiene un diálogo mayor que ‘Volveré’ comienza a sonar exactamente igual que Rainier Wolfcastle

Noah Cross (Chinatown)

La historia del cine está llena de malos con una pinta imponente, desde ‘Leatherface’ a ‘Pinhead’, pero ninguna da tanto miedo (real) como Noah Cross, un multimillonario sin sentimientos que siempre se pasa con la suya. No hay final más devastador que el de ‘Chinatown’, tampoco más verdadero. “La mayoría de la gente nunca tiene que enfrentarse al hecho de que, en el momento y el sitio adecuado, son capaces de cualquier cosa.

Hans Gruber (La jungla de cristal)

Lo mejor de ‘La jungla de cristal’, lo que la distingue de la mayoría de cintas de acción es Hans Gruber, un malo con clase y cabeza. Puede que el mejor momento de la película venga cuando McClane se encuentra con Gruber y este se hace pasar por uno de los secuestrados. El tipo cae bien y eso es algo que no suelen conseguir los malos de las películas, lo único que no se le puede perdonar es su confusión entre John Wayne y Gary Cooper en ‘Solo ante el peligro’…

John Doe (Se7en)

Juan Nadie, evidentemente los malos más peligrosos son los que no tienen nada que perder, los que no tienen ningún ego y si no que se lo digan a los malos de James Bond o al Actor Secundario Bob, incapaces de acabar con sus némesis sin antes soltar su discurso inacabable. Así que cuidado con el personaje de Spacey: “No soy especial, nunca me he creído excepcional, aunque esto sí lo es, lo que hago, mi trabajo.”

Norman Bates (Psicosis)

Hay gente con complejo de Edipo y luego está Norman Bates, alguien capaz de travestirse como su madre mientras te pone la ducha perdida de sangre. Bates es la personificación de que el vecino de la puerta de al lado puede tener a su madre muerta sentada en una mecedora. Anthony Perkins intepretó tan bien a Bates que nunca se quitó la fama de loco de encima.

Amon Goeth (La lista de Schindler)

En Hollywood se pecó durante mucho tiempo de deshumanizar a los nazis, Spielberg no lo hizo. Su Amon Goeth es un hijo de puta sin entrañas pero totalmente humano. Y es que todavía hay gente que piensa que Adolf Hitler fue un monstruo de cómic sin ninguna relación con la especie humana. No hay ningún monstruo más dañino para el hombre que el propio hombre.

Enfermera Ratched (Alguien voló sobre el nido del cuco)

La enfermera Ratched es la personificación de las instituciones/estados totalitarios, gente capaz de convertirte en un vegetal con una sonrisa en la boca

Hannibal Lecter (El silencio de los corderos)

Ha habido muchos caníbales en el cine, ninguno cuyo plato favorito sea hígado con habas y un buen Chianti.

El malo (El bueno, el feo y el malo)

En una lista sobre malos no podía faltar él, ‘el malo’. En una película en la que el bueno es un hijo de puta, el feo es otro mayor, el malo no podía ser un angelito, a pesar de ser conocido como ‘Angel eyes’.

El Joker (El caballero oscuro)

El malo más famoso de los últimos años. Heath Ledger describió a su personaje como "simplemente un payaso absolutamente sociópata, con sangre fría y asesino en serie". Se quedó corto, pocos actores han llevado hasta el extremo su interpretación de un personaje de cómic. Lo que hizo Ledger con el Joker fue sacarlo de las viñetas y convertirlo en carne y hueso, alguien con el que te podrías cruzar en la calle.


La malvada bruja del Este (El Mago de Oz)

La actriz Margaret Hamilton fue la encargada de grabar en la mente de varias generaciones como era una bruja. Exactamente igual que esa antipática señora que dice que quiere acabar con tu perrito.

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