Papeles cabales o banales

En lo que llevamos de abril del año 2.016 han aparecido documentos sospechosos, a los que oficial y oficiosamente llaman “papeles de Panamá”. Documentos, papeles, relacionados con posible evasión de impuestos…con dinero virtual, ilegal o negro…con desconfiadas intenciones, o por si acaso…con corrupciones o comisiones opacas…con dineros de orígenes tal vez criminales.

Mientras, la parte mayoritaria de la población mundial, “vive”, asustada, angustiada, preocupada o marginada…sin vislumbrar un mundo mejor o menos malo…es como el pan para hoy y no sabemos el qué para mañana. El valor y valer de periodistas decentes han contrastado nombres sonoros de elites aristocráticas, políticas, financieras, empresariales, deportivas, intelectuales, artísticas…nombres sonoros nacionales e internacionales más o menos involucrados, o por “libre”, en presuntas tramas o trampas indignantes.

Dos observaciones de alcance:

1ª) Que este nuevo, y también turbio asunto, no sirva para olvidar todos los incontables atropellos fraudulentos anteriores en…bancos, cajas de ahorros, en pujoladas, barcenadas, barberanadas, ratoneras, eres, ventajas de multinacionales acreditadas, etc. etc. etc.

2ª) Exigimos saber de los papeles en todos y cada uno de los paraísos-infiernos fiscales: ¿quién, o quienes de las elites, se librará de culpa, complicidad o ridículo si salen a la luz tantísimos papeles ocultos?

Al sistema, a una parte significativa del sistema para ser exactos, le faltan papeles y obras cabales para su aceptación, regeneración y continuidad. El sistema, definitivamente son papeles de propaganda y banalidad propias que carecen de ética, épica, ejemplaridad y credibilidad.

No, la corrupción no es cosa de cuatro o cuarenta “mindundis”…da la impresión que es cosa de todas o de casi todas las elites. La corrupción, esta corrupción elevada al cubo, es, o parece, una conspiración de “caballeros y damas” elitistas para potenciar sus escandalosos privilegios…manteniendo a sangre, sudor, lágrimas, temor y fuego la obediencia y sumisión de ingenuos, desamparados y desorganizados vasallos.

La guinda al papel y pastel histórico de la corrupción la ha puesto esa negación de la justicia social que llamamos… globalización. Globalización con muchos más pases, pasos, poses y posos banales que cabales. Globalización con muchas más carencias que esencias. Globalización privadísima cuyos enriquecimientos están basados en inmorales y calculados endeudamientos ajenos.

¡Pobres niños españoles, europeos y mundiales!

Como no tengamos la obligación y coraje de cambiar hipocresía y maldad por claridad y generosidad… el día de mañana, muchos de ellos… producirán para políticos corruptos, para oportunistas y vividores sin entrañas…o serán esclavos de dictadorzuelos ultra capitalistas.

Es urgente poner nombres, apellidos y sanciones a los que frenan o mal venden nuestras cualidades y calidades; a los que se sirven sin servir en el cargo que desempeñan, da igual que sea el sector público, mixto o privado. Hay que desmantelar y descalificar a falsos políticos populares y socialistas…a falsos patriotas y devotos. Su única patria son sus paraísos-infiernos fiscales. Su único “Dios” es el dinero.

La medrosa mediocridad de la clase media, está más tocada que dotada, para resolver el fatuo y fatídico enredo del sistema. Pero hay estados y estadios de emergencia…la clase media, mejor hoy que mañana, tiene, tenemos que reaccionar ante los reaccionarios y las elites insaciables.

Sí, exigimos todos los papeles de todos los paraísos fiscales. Más de 90% de la población mundial no tenemos idea de lo que se cuece por las alturas de los de arriba. Sí, intuimos que estamos en manos de individuos que no creen ni en lo que dicen ni en lo que hacen. Individuos elitistas que “por si acaso”, –conflictos, contestaciones o guerras internas y externas, etc.- tienen cuentas abiertas y caudales, lejos, lejísimos de nuestros conocimientos y consentimientos.

Ni uno de ellos, ni uno, merece nuestra defensa y respeto cabales. Discutir o pelearse, por o para defender el “honor” de vulgarísimos golfos… son banalidades tan ruines como letales.

Por cierto, es casi seguro que se repitan las elecciones generales después de cuatro meses de negligencias o negociaciones baldías. No, las elecciones al uso, con escasa enjundia en las cuestiones de fondo, y controladas, o casi, por los globalizadores, tampoco resuelven la necesaria solución, hacia: UN MUNDO CABAL o UN MUNDO BANAL.

Sí, hace falta más valor, valer, cantidad, calidad y compromiso en las clases medias decentes para vencer o convencer a sospechosos de todos o de casi todos los males.