En el contexto de tensión e incertidumbre que se vive en los mercados, la comparecencia ayer en el Congreso de la presidenta de la Reserva Federal acaparó toda la atención. Janet Yellen dijo que había buenas razones para pensar que Estados Unidos permanecerá en el camino de un crecimiento moderado que permitirá al banco central aplicar ajustes "graduales" de política monetaria. También señaló que espera que el mercado laboral siga mejorando y que la inflación finalmente avance hasta cumplir con el objetivo de la Fed, pese a que la reciente caída de las expectativas de subida de los precios mencionada por algunas autoridades económicas es particularmente inquietante. Yellen reconoció que el endurecimiento de las condiciones financieras debido a las caídas bursátiles y la incertidumbre sobre China podrían descarrilar a la economía de Estados Unidos, que de otro modo avanza en una sólida senda. Un informe de la Fed que acompañó el discurso de la presidenta apunta que el sector financiero de Estados Unidos "ha sido resistente" a las presiones del petróleo y al debilitamiento de los mercados de deuda corporativa en el mundo, donde los grandes bancos del país tienen una exposición limitada. No obstante, el informe señala que "si las condiciones en estos sectores empeoran (...) podrían surgir más tensiones". Mientras tanto, aquí en Europa, la cámara de comercio alemana se mostraba ayer optimista para 2016. Las compañías alemanas consideran que las condiciones comerciales nunca han sido mejores. No obstante, muestran su preocupación por la debilidad de instituciones financieras, como Deutsche Bank, apuntando que “necesitamos bancos fuertes".
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