Tras permanecer más de 9 meses varados en la Estación Espacial Internacional (EEI), los astronautas de la NASA Barry Wilmore y Sunita Williams han vuelto finalmente sanos y salvos al planeta Tierra.
Este largo período, inicialmente previsto para durar poco más de 7 días, se prolongó debido a contratiempos técnicos con la nave Starliner de Boeing.
Finalmente, ambos regresaron gracias a la cápsula Crew Dragon de SpaceX, empresa aeronáutica propiedad del magnate Elon Musk, ahora mano derecha de Donald Trump.
El tiempo promedio que un astronauta pasa en misiones espaciales suele oscilar entre 4 y 6 meses. Por ello, superar este límite hasta alcanzar los 287 días supone un hito insólito en las operaciones habituales.
A partir de ahora, Wilmore y Williams deberán seguir un riguroso programa destinado a readaptar sus cuerpos a las condiciones terrestres. Este proceso incluye exhaustivas evaluaciones médicas para analizar posibles consecuencias derivadas de la exposición prolongada a la microgravedad.
También recibirán fisioterapia especializada con el objetivo de recuperar masa muscular y densidad ósea, aspectos que suelen verse afectados por largos períodos en el espacio.
Un reto físico y mental tras la vuelta
Home sweet home. 🏠
NASA’s SpaceX #Crew9 touched down at Johnson Space Center’s Ellington Field in Houston at 11:19 pm CDT, March 18, after their @Space_Station mission and successful splashdown earlier this afternoon.
— NASA's Johnson Space Center (@NASA_Johnson) March 19, 2025
Otro de los retos inmediatos será restablecer su equilibrio y coordinación motora. La falta de gravedad puede influir negativamente en el sistema vestibular, lo que provoca vértigos o dificultades para moverse con precisión una vez de vuelta en la Tierra. Este protocolo de readaptación puede extenderse varias semanas y es crucial para garantizar una reintegración segura a la vida cotidiana.
Durante su estancia en la EEI, Barry Wilmore, de 61 años, y Sunita Williams, de 58, mantuvieron una rutina activa para mitigar los efectos de la ingravidez en su organismo. Entre sus actividades destacaron colaboraciones clave en el mantenimiento de la estación, una tarea compleja que requiere intervenciones constantes. Además, realizaron una caminata extravehicular y participaron en diversos experimentos científicos, como estudios sobre cómo afecta la microgravedad al cuerpo humano o innovaciones relacionadas con el cultivo de plantas en entornos espaciales.
Aunque entrenados para enfrentarse a imprevistos incluso en misiones largas, los astronautas confesaron que esta experiencia estuvo llena de desafíos. En 2022, Frank Rubio vivió una circunstancia parecida cuando un fallo en su nave le obligó a prolongar su estancia en la EEI durante más de un año, alcanzando un total de 371 días consecutivos en órbita, récord absoluto para un astronauta de la NASA.
Sin embargo, estos registros quedan lejos del máximo mundial ostentado por el ruso Valeri Polyakov, quien pasó 437 días sin interrupción en la estación Mir.
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