Crítica de la obra de teatro 'Un delicado equilibrio': tormenta familiar perfecta

El norteamericano Edward Albee escribió en la década de los 60 del siglo pasado ‘Un delicado equilibrio’ (Premio Pulitzer en 1967), rescatado ahora en el madrileño Teatro Fernán Gómez, con traducción de Alicia Borrachero y Ben Temple, y bajo la dirección del argentino Nelson Valente.

Agnes (Alicia Borrachero) y Tobías (Ben Temple), una pareja triunfadora a juzgar por el imponente apartamento en el que residen, ve alterada su abúlica y cotidiana convivencia por la visita de otra vieja pareja amiga (se conocen desde hace más de 40 años), Harry (Joan Bentallé) y Edna (Cristina de Inza), que sin aviso previo aparecen en su puerta con intención de quedarse allí una larga temporada. Pronto confiesan que un ‘miedo’ invasor y sin nombre les ha obligado a abandonar su propia casa. Pero ahora Agnes y Tobías no están solos porque Claire (Manuela Velasco), hermana alcohólica de Agnes, vive también con la pareja desde hace algún tiempo y, además, Julia (Anna Moliner), 36 años, hija de la acomodada pareja, vuelve otra vez al seno familiar tras un cuarto divorcio y se encuentra con que Harry y Edna han ocupado su cuarto.

Quejas, respuestas llenas de sarcasmo y amargura, recriminaciones, dudas, infelicidad y desgracia constantes aunque envueltas en la más refinada educación, sólo parecen metabolizarse con ciertas garantías por los cuatro miembros de la familia y los dos visitantes a base de copas de wisky, bourbon y Martini con ginebra que no paran de llenar las copas de los habitantes de la mansión desde primera hora de la mañana hasta últimas horas de la noche. Agnes cree controlar la situación (“…si pierdo la cabeza, ¿qué sería de vosotros?”); Tobías se protege con su cinismo para no sufrir más de lo necesario y no interviene nunca en nada; Julia se cree siempre con derecho a todo y no soporta ni un segundo más que esos okupas la hayan echado de su propia habitación; Claire es feliz con que no le falte el alcohol, y Harry y Edna deciden primero hacerse los suecos pero, al final, no pueden permanecer ajenos a la tormenta que han creado y tienen que tomar alguna decisión.

Magníficos Alicia Borrachero, Ben Temple y Manuela Velasco y estupendos Joan Bentallé, Cristina de Inza y Anna Moliner en esta comedia clásica ya que remarca la incertidumbre del hombre y la mujer de nuestro tiempo, que ahora ni siquiera puede ni refugiarse en el seno familiar para intentar no contaminarse del nihilismo, la insatisfacción, el miedo y la amargura reinantes fuera de los muros de casa porque ese mismo virus ya lo ha invadido todo.

Impecables la escenografía (un superapartamento con lujoso salón —sofá y alfombra envidiables, barra de bar y rampa al fondo que da acceso a las habitaciones en el primer piso…—, y el elegante vestuario diseñados por Lua Quiroga Paul; armoniosa, elegante la iluminación de Ion Aníbal López, y preciso ambiente sonoro el diseñado por Gaby Goldman.

Un montaje serio, riguroso, perfectamente medido por su director, Nelson Valente, que pone al público frente a sus fantasmas más cotidianos y que le hacen recordar que difícilmente puede sostenerse una sociedad como la nuestra, más que con ‘Un delicado equilibrio’, con un desequilibrio estructural difícilmente superable. Muy interesante.

Ficha técnica de 'Un delicado equilibrio'

Autor: Edward Albee

Dirección: Nelson Valente

Traducción: Alicia Borrachero y Ben Temple

Intérpretes: Alicia Borrachero, Ben Temple, Manuela Velasco, Joan Bentallé, Cristina de Inza y Anna Moliner

Escenografía y vestuario: Lua Quiroga Paul

Iluminación: Ion Aníbal López

Espacio sonoro: Gaby Goldman

Producción y distribución: Producciones Teatrales Contemporáneas S.L.

Teatro Fernán Gómez, Madrid

Hasta el 28 de abril de 2024