Defendiendo la tercera temporada de 'The White Lotus'
Después de más de 2 años de espera, ha regresado la serie de la que todo el mundo hablaba a finales de 2022, cuando se emitió su segunda temporada, que nos regaló momentos que ya viven en la cultura popular como el “Peppa Pig/Monica Vitti” o “¡Estos gays están intentando matarme!”
Este año cambiamos la costa siciliana por Tailandia. Mike White vuelve a firmar los guiones y a dirigir. Y conocemos a un nuevo elenco de intérpretes (a excepción de Natasha Rothwell como Belinda, retomando su papel de la primera temporada).
[Desde aquí, spoilers de los primeros 5 episodios de la tercera temporada]
Sabiendo que la fórmula corría el riesgo de hacerse repetitiva y que la absolutamente fantástica Jennifer Coolidge no haría acto de presencia este año, no pudimos evitar preguntarnos, ¿estará la tercera temporada de 'The White Lotus' a la altura de las 2 primeras? La segunda temporada dejó el listón altísimo, y la primera temporada fue una grata sorpresa, así que las expectativas estaban bastante altas con esta tercera temporada. ¿Está cumpliendo?
Si nos fijamos en las cifras de audiencia, estas son similares a las de la segunda temporada. Las valoraciones de la crítica tampoco varían demasiado de la primera y segunda temporada a esta; en IMDb, las notas de los episodios de la tercera temporada son iguales a las de la primera temporada y tan solo se sitúan unas décimas por debajo de la media de la segunda temporada. The White Lotus es trending topic todas las semanas. A priori, todo en orden. Y, sin embargo, ya hemos leído bastantes opiniones quejándose de que la serie se ha vuelto aburrida y que no ocurre nada.
Esta es una opinión que no compartimos. Si bien los primeros episodios son menos adrenalínicos que el quinto o, esperemos, los tres que nos quedan, ya nos han presentado conflictos interesantísimos e incluso regalado momentazos como la conversación sobre las elecciones. La trama de Carrie Coon, Leslie Bibb y Michelle Monaghan es una olla a presión a punto de explotar y probablemente mi grupo de personajes preferido de toda la serie. Casi todos los diálogos son una genialidad.
Por otro lado tenemos a Belinda, que empieza a atar cabos sobre lo ocurrido en Sicilia con el personaje de Jennifer Coolidge en la segunda temporada y nos tiene al borde del infarto. Es cierto que puede estar un poco más atascada la trama de Jason Isaacs, que se pasó dos o tres episodios pegado al teléfono sin aportar al espectador información nueva. No se puede decir lo mismo de sus hijos. Esa es otra olla a presión que ya ha empezado a estallar. La robaescenas de la temporada es probablemente Parker Posey.
Casi todas sus líneas de dialogo son icónicas (pocos escriben como Mike White) e, incluso cuando no habla, lo dice absolutamente todo con expresiones faciales. Logra ser desternillante en cualquier circunstancia. Pura comedia física su interacción con Leslie Bibb sobre la baby shower. Y, como siempre, aunque The White Lotus funcione muy bien en el plano del más puro entretenimiento, si rascamos un poco nos encontramos con política, masculinidad tóxica, adicción…
No se trata solamente de que la temporada esté francamente bien. Es que, si comparásemos el ritmo al que avanzan las tramas este año y los anteriores, no encontramos ninguna diferencia. Y, efectivamente, yo también echo de menos a Jennifer Coolidge, pero hay tantísimas cosas estimulantes en Tailandia (o, como diría el personaje de Parker Posey, Taiwan) que su ausencia no ha provocado un descenso de calidad en The White Lotus. Mención especial a lo totalmente desatado que ha sido el quinto episodio. El manejo de la tensión en unas tramas que, en la superficie, son personajes saliendo de fiesta, es algo difícil de conseguir. Podría equivocarme pero, desde aquí, todo va a ir a más.
También se ha criticado el rol del manager del hotel este año. Efectivamente, nada que ver con los divertidísimos personajes de Murray Bartlett y Sabrina Impacciatore. Y esto es algo deliberado: Bartlett e Impacciatore formaban parte del reparto principal de la primera y segunda temporada, respectivamente, interpretando a personajes con peso argumental. Christian Friedel (a quien hemos visto recientemente en la fantástica La Zona de Interés) es actor secundario y no tiene mucho más que un par de líneas de dialogo por episodio.
Tal vez los tres episodios restantes vayan cuesta abajo pero no imaginamos a Mike White haciendo algo así y, una vez la temporada esté completa, probablemente se reevalúe como otra fantástica temporada de The White Lotus. Aunque si tenemos que criticar alguna cosa… ¿Por qué el cambio de títulos de crédito?
Y vosotros, ¿estáis disfrutando de la temporada? ¿Y quién creéis que disparará la pistola en el episodio final? Al ritmo que van las cosas, casi todos los personajes tienen motivos para hacerlo...
Si (
No(
