Las excavaciones en el yacimiento de Casas del Turuñuelo, de origen tartésico, en las proximidades de Guareña en Badajoz, han encontrado un enorme descubrimiento, los restos de cinco relieves antropomorfos del siglo V a.C., los primeros que se conocen de la cultura tartésica, la mítica civilización prerromana que ocupó el suroeste de la Península Ibérica entre los siglos VIII y IV a.C.
El descubrimiento ha sido durante la excavación del sector este del yacimiento, la zona por la que se accede al patio del edificio donde se documentó un masivo sacrificio de animales, principalmente caballos.
Lo más llamativo del nuevo hallazgo es que las representaciones corresponden a rostros humanos, lo que supone un cambio de paradigma en la interpretación de la cultura tartésica, considerada anicónica, representando a la divinidad a través de piedras sagradas y de motivos animales o vegetales.
En la presentación del importante hallazgo arqueológico han estado presentes la delegada institucional del CSIC en Andalucía, Margarita Paneque; el director del Instituto de Arqueología de Mérida (IAM), Pedro Mateos; y los directores de la excavación e investigadores del CSIC, Esther Rodríguez y Sebastián Celestino.
Celestino ha indicado que "se trata de las primeras figuras humanas de Tartesia, ya que hasta ahora había figuraciones pintadas en cerámicas, pero no había ninguna representación".
También ha señalado que hasta ahora se pensaba que la cultura tartésica era icónica, pero "nos hemos encontrado con que poco antes de la Dama de Elche ya se hacían este tipo de esculturas".
"Rostros idealizados"
Sobre las figuras, Esther Rodríguez ha destacado que son "rostros idealizados" y que les ha llamado la atención "no solo la belleza de las esculturas, sino sobre todo las joyas que portan", que también son tartésicas.
"Las arracadas que llevan como pendientes aparecen documentadas en Cancho Roano y otros yacimientos del sur peninsular, por lo que va a revolucionar la historia del arte antiguo en nuestra península", ha dicho la directora de la excavación.
De las cinco cabezas encontradas, dos se encuentran enteras y representan la figura de dos mujeres, otra a un guerrero y otra figura "quizás sea también masculina", aunque han señalado que siguen trabajando en determinar más detalles.
Lo que sí han confirmado los investigadores del CSIC es que estas figuras pertenecen a un relieve porque la parte trasera de las figuras está completamente lisa.
"Seguramente estas figuras cuentan una historia, pero no la podemos reconstruir aún", ha añadido Celestino, que ha adelantado que podrían conservar algún pigmento, aunque las piezas están todavía en grado incipiente tras su hallazgo.
"Aún no se han hecho analíticas, pero hemos visto restos de color rojo en alguna de ellas", ha comentado al respecto.
Cambio en la historia del arte
En cuanto al significado del hallazgo, Rodríguez ha dicho que "en cierto modo cambia la lectura que desde la historia del arte se había realizado sobre la cultura tartésica".
"Por primera vez le ponemos un rostro idealizado y ya sabemos cómo llevaban sus joyas. Eso nos permite interpretar el uso de su orfebrería o qué personajes la portaban", ha comentado.
Sobre los siguientes pasos, Sebastián Celestino ha expresado que ahora hay que restaurarlas, consolidarlas y limpiarlas.
Además, desde la Escuela de Ingenieros de Almadén están analizando la procedencia de los materiales empleados en dichas figuras, lo que va a permitir a los investigadores determinar la procedencia de los materiales y saber si la piedra viene o no de fuera de la península.
El director del IAM, Pedro Mateos, ha indicado que el instituto trabaja en este asentamiento desde 2015, siendo la de este 2023 la quinta campaña de excavaciones tras el parón que hubo entre 2019 y 2021 a consecuencia de la expropiación de las tierras donde se encuentra y la pandemia del COVID.
A lo largo de otras campañas de excavación se ha trabajado en la zona del banquete y el patio, donde se han dado los principales hallazgos, entre ellos una escultura de mármol, vidrios macedonios o el masivo sacrificio de animales documentado hace cinco años.
En este proyecto participan investigadores de 28 centros distintos, tanto de carácter nacional como internacional. "Se trata de un edificio importante en lo político, lo económico y en los hallazgos que están apareciendo y es una referencia en la arqueología de todo el área mediterránea", ha expresado Mateos.
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