Todd Haynes es, sin duda, el director que mejor ha sabido modernizar el melodrama clásico, aquí retuerce un argumento más propio de un telefilm hasta entregar una obra con ecos de aquella obra maestra de Bergman llamada 'Persona', y no solo por el juego de espejos entre sus dos actrices protagonistas, sino por la precisión de cirujano con la que se mete dentro de su piel.
La película gira sobre nuestra morbosa curiosidad por casos como el que se relatan aquí, una mujer de 36 años, Gracie, a Gracie que comienza una relación con un chico de 13 años, Joe, pero Haynes ahonda más allá y se ríe hasta de ese ahondar más allá, del que se encargará la actriz encargada de interpretar a la mujer, ahora de más de 50 y con dos hijas con el joven.
La película no esconde en ningún momento que la relación es fallida ya que es abusiva desde su inicio, pero tampoco deja bien a esa actriz que aparece con una idea ya preconcebida de lo que se va a encontrar. El personaje interpretado por Natalie Portman ya ha juzgado, esa atracción por los papeles con un poco de villano, aunque se justifica diciendo que hay que tratar de entenderlos, pero el director va cambiando poco a poco el foco de una a otra, del personaje a estudiar al personaje que estudia, Gracie es manipuladora y vive una mentira de la mejor manera que puede, pero Elizabeth tampoco deja de tener esqueletos en el armario, ella también manipula a Joe, aunque es cierto que, como ella mismo le dice, al menos ahora eso son cosas de adultos, pero el reflejo del espejo no es favorecedor para ninguna de ellas. Joe nunca pudo elegir el papel que le tocó interpretar, puede que, por ello, su obsesión por los gusanos y su transformación en mariposas sea lo menos sutil de una película que corta como un cuchillo afilado.
La película nos propone un duelo interpretativo de altura entre Julianne Moore, la mujer más mayor, y Natalie Portman, la actriz, pero tampoco deberíamos olvidar al tercero en discordia, la pareja de la primera, interpretado por un Charles Melton que es la víctima y el que lleva el peso emocional de la película ante dos personajes que parecen el espejo la una de la otra.
Quizás le queda sacar más colmillo, aunque creo que Haynes opta por la frialdad y la ambigüedad a sabiendas, pero es una película distante con la que cuesta empatizar. Aun así, 'Secretos de un escándalo' (otra barbaridad de tradcción, frente al mucho más sutil 'May December', del original) es una obra que sabe que es un artificio, un pastiche que nos muestra que la ficción es incapaz de reflejar todas las aristas de la mucho más compleja realidad. Haynes se vuelve a mostrar como un certero cirujano de las emociones más perturbadoras.
.jpg "Natalie Portman y Julianne Moore en 'Secretos de un escándalo'")
Si (
No(
