Este jueves moría David Lynch uno de los directores más importantes de los últimos 50 años, un hombre que revolucionó el medio televisivo con 'Twin Peaks' y que tuvo una voz totalmente propia y original en su relevante carrera cinematográfica. De sus trabajos para la pequeña y la gran pantalla destacan estos 7 entre los que destacan sus dos grandes obras maestras para el cine, 'Terciopelo Azul' y 'Mulholland Drive', además de sus dos incursiones televisivas con las dos partes de 'Twin Peaks', pero también aparecen otros notables trabajos como 'Una historia verdadera' o 'Carretera perdida'.
Twin Peaks: The Return (2017)
El retorno de 'Twin Peaks' fue tan asombroso o más que las dos temporadas originales. Cuando se estrenó en 2017 no había ya nadie que pensara que David Lynch iba a cerrar todos los cabos de una manera más o menos tradicional pero, aun así, consiguió, una vez más, sorprender a su audiencia y cerrar de manera brillante las 18 horas de televisión más asombrosas y locas que el que esto escribe ha visto jamás en televisión. Si 'Twin Peaks' giraba en torno a una pregunta "¿quién mató a Laura Palmer?", este retorno giró en torno a sí misma, con Lynch y Frost haciendo de la metaficción su arma más poderosa, desde esos primeros capítulos en los que una pareja se sentaba a mirar una caja en un sofá y terminaban siendo asesinados hasta las continuas autorreferencias, incluidos los primeros minutos del primer episodio (con unos ligeros cambios) que ha llegado a meter. Y es que Lynch quiso (y logró) superar las expectativas de lo que supone un regreso a una serie, jugando con las expectativas de lo que la gente esperaba, con la nostalgia y el paso del tiempo.
Mulholland Drive (2001)
'Mulholland Drive' era un laberinto de sueños, identidades y todas las obsesiones del universo Lynch. Si buscabas narración lineal y lógica no la ibas a encontrar, sobre todo a partir del momento en el que se adentran en el club silencio, pero si te dejas llevar por el director puede que entres en su juego y acabes buscándole los tres pies al gato… y que hasta se los encuentres, aunque los sueños (y las pesadillas) son demasiado resbaladizos para encontrarles una explicación. Si aceptas el juego, pocas películas más placenteras a las que volver como a esta inmersión onírica en el mundo de Diane.
Una historia verdadera (1999)
Una de las últimas cosas que pudimos ver de David Lynch fue su gran aparición dando vida a John Ford en 'Los Fabelman' de Steven Spielberg. Pues bien, Lynch ya se había puesto el traje de Ford antes cuando decidió rodar la película más simple, clásica y conmovedora de su carrera con esta película, en la que el surrealista director se vestía de clásico, pero sin perder su esencia, para entregar una película fascinante y hermosa.
Carretera perdida (1997)
Puede que la más 'lynchiana' de las películas de Lynch, la que mejor explica el paso entre sus dos grandes obras maestras cinematográficas, 'Terciopelo Azul' y 'Mulholland Drive'. Un misterio a primera vista incoherente que fascina como un sueño que se convierte en pesadilla. El Lynch más hipnótico y perturbador.
Twin Peaks (1990)
En 1990 un prestigioso director cinematográfico se sacó de la manga una de las series más inquietantes de todos los tiempos, desde los primeros acordes de la música de Badalamenti, hasta esa pregunta, que casi era un McGuffin, ¿quién mató a Laura Palmer?, David Lynch le daba una vuelta de tuerca a los culebrones televisivos. El agente Cooper y sus donuts se adentraron en una investigación que se fue enredando según pasaban los capítulos hasta alcanzar una resolución que tuvo un maravilloso extra en 2017. Lynch demostró que se podía hacer algo maravilloso en el medio televisivo.
Terciopelo azul (1986)
Un cielo azul, unas rosas y una valla perfectamente pintada de blanco, de fondo suena 'Blue Velvet', parece que estamos en un tranquilo barrio residencial en el que los bomberos te saludan con la mano y los niños cruzan alegres la calle. Un hombre riega su cuidado jardín, mientras su mujer se toma un café. Es una visión idílica de América, de postal, pero cuando el hombre sufre un infarto y cae al suelo vemos que entre la hierba se mueven cosas horribles que preferimos no ver. Es la representación de Frank Booth, el monstruo que convierte ese imposible sueño americano en una pesadilla. David Lynch entrega la película sobre la que girará su carrera y sus obsesiones, una película surrealista (aunque menos que futuras obras) llena de perturbadores ensueños en los que se mezclan la voz de Roy Orbison y un psicópata que fascina y repele al mismo tiempo.
El hombre elefante (1981)
David Lynch creaba una atmósfera fascinante para una película conmovedora y emotiva con dos grandes interpretaciones a cargo de John Hurt y Anthony Hopkins, pero que, a pesar de su gran calidad, no guarda mucha relación con el resto de la obra del director.