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Las 10 mejores películas de vampiros
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Las 10 mejores películas de vampiros

jueves 08 de noviembre de 2018, 13:26h
El 8 de noviembre de 1847 nacía Bram Stoker, el escritor irlandés que nos dió el mito de 'Drácula'. El icónico vampiro ha sido el personaje que más veces ha sido llevado al cine, por encima de Sherlock Holmes, pero la fascinación del Séptimo Arte por los vampiros no se ha quedado en el famoso Conde de Transilvania. Es un momento idóneo para recuperar estas 10 películas sobre uno de los mitos fundamentales del cine, el del vampiro.

Nosferatu (1922)

El cine de terror tuvo su primera época dorada con el expresionismo alemán. Su mundo de sombras y realidades pesadillescas, era el perfecto escenario para llevar, por primera vez, la mítica historia de Bram Stoker al celuloide. Así que el director más destacado de aquel movimiento (posiblemente el director más importante de la etapa muda), F.W. Murnau, se puso manos a la obra. Aunque no consiguió los derechos no se desanimó y cambió nombres y parte de la historia para entregar una de las grandes obras maestras del cine, 'Nosferatu'. Es una película gótica y terrorífica donde sobresale la escalofriante caracterización e interpretación de Max Schreck dando vida al conde Orlok. Su imagen sigue aterrorizando y cautivando a partes iguales a casi 100 años de su estreno. Es normal que en la época surgiera una leyenda que decía que Schreck era en realidad un vampiro al que el director había prometido el cuello de su actriz protagonista... Pero volveremos sobre eso más adelante.

Drácula (1958)

La mítica productora Hammer entregó el primer gran Drácula en color. Estaba especializada en títulos de terror y para dar vida al mítico personaje de Bram Stoker contó con su equipo estrella, el director Terence Fisher, y sus dos máximas estrellas, Peter Cushing, como Van Helsing, y Christopher Lee, como Drácula. Se trata de un Drácula más sanguinario y sexual que el de Tod Browning y Bela Lugosi en los años 30. A pesar de ser bastante poco fiel a la novela original, el Drácula de la Hammer sí que responde con mucha fidelidad a uno de los temas más importantes del escritor inglés, el vampiro y su fuerte acento en lo sexual, que se comprende en una novela escrita en la puritana sociedad victoriana de finales del XIX. Lo mejor de este Drácula está en sus 'escenas de cama', una mezcla entre deseo y repulsión, lujuria y violencia, que impactaron y crearon escuela.

El Baile de los Vampiros (1967)

El 'Drácula' de Lee y la Hammer se hizo tan popular que en 1967 Roman Polanski rodó una divertida parodia de la misma, 'El baile de los vampiros', basándose en el estilo de Hammer e introduciendo el primer vampiro gay de la historia. La película estaba protagoizada por el propio Polanski, Jack MacGowran, como una especie de Van Helsing cascarrabias y la actriz que se convertiría en su esposa, Sharon Tate. Es una película alocada, divertida y a medias entre la parodia y el homenaje. A pesar de sus innovaciones no fue la primera parodia de una película de terror, honor reservado para 'Abbott y Costello contra los fantasmas', una comedia de 1948 que hace con los clásicos de la Universal algo parecido a lo que hace Polanski con la Hammer, reírse de ellos desde el más profundo respeto y admiración.

Arrebato (1979)

'Arrebato' es la obra maestra de Iván Zulueta y una de las mejores películas españolas de todos los tiempos. Reducirla a simple película de vampiros es una tontería, pero eso no quita para que no se la pueda meter en un listado como este. Puede que en 'Arrebato' no salgan seres con colmillos afilados pero desde luego sí que aparece un vampiro. Lo que pasa es que es el propio cine, la cámara. El realizador vasco sabía una cosa o dos sobre adicciones y, como muchos otros, ha visto a los vampiros, y a sus víctimas, como adictos, ya sea a la sangre, al placer, al subidón, al arrebato. Cualquiera que haya visto la película sabrá de lo difícil de volver a mirar a una cámara que nos graba.

Drácula de Bram Stoker (1992)

La gran baza de la adaptación del Drácula de Coppola es que siendo la más fiel a la novela de Stoker, añade una motivación distinta al personaje, Drácula deja de ser la encarnación del mal por el mal, para ser una figura trágico-romántica, acercándola a uno de los primeros escritores que trató el tema de los vampiros, el poeta inglés Lord Byron. Añadiéndole un pequeño prólogo a la película, en el que, además, le vuelve a relacionar con la figua histórica de Vlad el Empalador, Coppola logra darle una motivación romántica a Drácula, un amor de esos más grandes que la vida y la muerte. Gary Oldman y Wynona Ryder están estupendos y Coppola entrega una sus últimas grandes películas uniendo amor y terror, deseo y miedo.

Entrevista con el vampiro (1994)

Fuera de la alargada sombra de Drácula, el género ha vivido varios fenómenos. Uno de ellos fue la serie de novelas de Anne Rice llamada 'Crónicas vampíricas' que daría como resultado la conocida película 'Entrevista con el vampiro', dirigida por Neil Jordan. Una película desigual, que cuenta con un gran personaje y una gran actuación de Tom Cruise como Lestat, pero que en cuanto desaparece de pantalla la película baja bastantes enteros. Claro que si la comparamos con el fenómeno más reciente que ha conocido el mundo vampírico, la saga 'Crepúsculo', entonces la película de Jordan es 'Nosferatu'...

Abierto hasta el amanecer (1996)

Otra película irregular y excesiva. No se puede decir que esta colaboración entre Robert Rodríguez y Quentin Tarantino sea un completo éxito, se podría decir que después del clímax que supone la aparición de Salma Hayek la película baja muchos enteros. Se podría decir que, en este caso, la 'road movie' es mucho más interesante que la exagerada y 'gore' parte vampírica. Eso sí no se la puede negar sus ganas gamberras de juerga.

La sombra del vampiro (2000)

Y volvemos con la sombra más alargada de la lista, la de 'Nosferatu'. En el año 2000 el director E. Elias Merhige decidió llevar a la pantalla las delirantes fantasías que rodeaban al rodaje de la mítica película. Las mismas que decían que Murnau contrató a Max Schreck sabiendo que era un vampiro auténtico y que, como salario, le prometió el cuello de su protagonista. Para dar vida a Murnau aparece John Malkovich, mientras que de Schreck se encarga Willem Dafoe. Son dos buenas elecciones y, a pesar de ciertas irregularidades, la película destila admiración sobre sus fuentes. Lo mejor, los momentos en los que Murnau hace pasar las rarezas de Schreck al resto del equipo por admiración por el mismísimo Stanislavsky.

Déjame Entrar (2008)

El mismo año que se estrenaba la primera película de la saga 'Crepúsculo', que supuso una estaca al corazón del género más grande que la infligida por el gran Chiquito de la Calzada y su 'Condemor', el director sueco Tomas Alfredson revitalizaba el género y entregaba la mejor película del mismo desde los tiempos de Murnau, la escalofriante 'Déjame Entrar'. Se trata de una hipnótica y oscura película de vampiros, que se toma muy en serio a sí misma y que te va atrapando en su desarrollo hasta llegar a su magnífico final, en el que te replantearas todo lo que has estado viendo hasta ese momento y podrás sacar tus propias conclusiones. Su vampiro con cara de inocente niña de doce años es capaz de helar la sangre del más pintado, Drácula puede volver a esbozar una cruel sonrisa en su tumba.

Solo los amantes sobreviven (2013)

'Solo los amantes sobreviven' es todo lo que se puede esperar de una película de vampiros dirigida por Jim Jarmusch, es fascinante y, a la vez, lenta, es cautivadora y extraña, también se acerca peligrosamente al esnobismo más puro. Ese en el que todas las grandes obras de la humanidad están hechas por esta especie de aristocracia del arte que forman los vampiros. Más sedientos de cultura que de sangre, la pareja formada por Tilda Swinton y Tom Hiddleston (un absoluto aciertod e casting) es 'cool', 'hipster' y un poco cargante, pero nadie puede apartar la vista, y los oídos, de ellos.

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