El incremento de la ratio de deuda pública en la eurozona en el segundo trimestre del año hasta el 88,2% del PIB refleja una tendencia de leve deterioro fiscal en el bloque, pese a la reducción del déficit registrada en 2024. Aunque el ajuste presupuestario ha permitido contener el desequilibrio fiscal al 3,1% del PIB, el crecimiento del endeudamiento sugiere que la consolidación fiscal sigue siendo frágil. La estructura de la deuda, dominada por títulos de deuda frente a préstamos o depósitos, indica una elevada dependencia de los mercados financieros y una exposición potencial a los movimientos de tipos de interés. Las diferencias entre países son significativas: mientras las economías del sur mantienen ratios de deuda superiores al 100%, los miembros del norte conservan márgenes fiscales más amplios.
En el ámbito internacional, las declaraciones del presidente estadounidense en favor de un entendimiento con China introducen un elemento de distensión en la geopolítica comercial. La posibilidad de un nuevo acuerdo bilateral reduce temporalmente el riesgo de tensiones arancelarias, lo que podría favorecer la estabilidad de las cadenas de suministro y el sentimiento de los mercados. Sin embargo, la ambigüedad respecto al tratamiento de cuestiones sensibles como Taiwán y la reafirmación del poder militar norteamericano mantienen latente el componente estratégico de la relación. En paralelo, los avances en cooperación minera con Australia subrayan la prioridad estadounidense por asegurar el acceso a minerales críticos, en un contexto de competencia global por recursos estratégicos que influirá tanto en los flujos comerciales como en la política industrial de las economías desarrolladas.