Qué es la reduflación: un truco legal para ofrecer menos producto sin subir precios

La inflación está en picos históricos en España, pero este indicador también ha crecido en varias potencias y las consecuencias comienzan a sufrirse. Tras la dura crisis del coronavirus ha llegado de imprevisto la de Ucrania y como consecuencia, la crisis energética, por lo que los precios de múltiples materias y productos se han encarecido en los últimos meses.

Como la mayoría de consumidores ha notado, la cesta de la compra o las facturas de la luz y el gas se han encarecido, pero también se está produciendo un fenómeno menos notable y que afecta al bolsillo de los clientes. Se trata de la reduflación: una técnica que emplean las marcas o empresas para ofrecer menos cantidad de producto por el mismo precio o, en ocasiones, incluso pagando más de lo habitual.

De hecho, el término reduflación procede de la palabra inglesa 'shrinkflation', que surge de combinar los términos reducción e inflación.

Menos por más

Esta táctica se empezó a notar ya el pasado otoño en España, según alertó la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Una forma de maquillar la subida de precios o de mantener la fidelidad de los clientes alegando mantener el precio cuando, en realidad, se está pagando la misma cantidad por menos producto.

#Consumo Detectamos que algunos fabricantes de alimentos están reduciendo el contenido de sus envases entre un 5% y un 10% para despistar a los consumidores y que no se note la subida de precio.
➡Afecta también a productos de higiene y droguería https://t.co/dDrOjyspcG

— OCU (@consumidores) October 21, 2021

Snacks como las patatas fritas (entre otros ejemplos) se venden al mismo precio pero con menos gramos en su interior, yogures con menor cantidad de producto en cada tarrina, los botes de champú...y un amplio etcétera. De hecho la OCU difundió ejemplos claros en los que la tienda señalaba como oferta o bajada de precio un producto pero en realidad se había producido un incremento.

Ocurrió por ejemplo con los lomos de merluza de una conocida marca de pescado, cuya promoción rezaba que su precio había bajado un 5,6%, pero la realidad es que el contenido del alimento pasó de 400 gramos a 360, por lo que finalmente el precio se había encarecido un 3,6%.

Una práctica legal

Como este caso hay muchos, tal y como alertó la OCU, pero aunque no lo parezca, se trata de una práctica totalmente legal.

¿Hay manera de evitarla? Al ser una táctica legal, en tiempos de crisis como la actual multitud de marcas y/o empresas sucumben a ella de forma más o menos sutil, por lo que los expertos recomiendan que para intentar evitar la reduflación (en la medida de lo posible) lo aconsejable es no comprar siempre la misma marca.