Claves para una reforma del mercado eléctrico eficiente

Tras el descanso estival y unas elecciones generales inconclusas, España afronta el semestre de la presidencia europea con una de las citas más importantes del calendario europeo: la reforma del mercado eléctrico.

Tras la crisis de los precios energéticos provocada por el conflicto en Ucrania, las autoridades europeas se enfrentan al difícil reto de consensuar una reforma del mercado eléctrico que pretende facilitar la transición hacia la economía sostenible con la que sueña el bloque garantizando las fuertes inversiones previstas en la generación de energías limpias, el suministro y la accesibilidad de un servicio tan básico como necesario.

Tras estudiar las propuestas de reforma del mercado eléctrico diseñadas por diversos países, la Comisión Europea redactó su propio borrador a mediados de junio con el objetivo de abaratar la energía, evitar picos de volatilidad y ganar competitividad en la carrera tecnológica global hacia una economía descarbonizada.

El borrador, que fue tramitado con algunas enmiendas por el Parlamento Europeo en julio, va a ser en los próximos meses objeto de nuevos debates. La presidencia europea a cargo de España confía en cerrar los trámites legislativos antes de que finalice su mandato en diciembre de este año.

Ya se ha logrado un amplio consenso en torno a cuestiones fundamentales. Estas incluyen la seguridad jurídica y la homogeneidad de la regulación del sistema eléctrico en todos los países miembros de la UE, la promoción del mercado como el medio más eficiente para determinar los precios, la necesidad de avanzar de manera decidida en la descarbonización (mediante fuentes de energía renovable, el hidrógeno verde, sistemas de almacenamiento y redes eléctricas más sostenibles) con el fin de fortalecer nuestra seguridad en el suministro y reducir la volatilidad de los precios, la cual es causada por la dependencia de los combustibles fósiles. Esta iniciativa no solo protege a los consumidores industriales y domésticos, sino que también salvaguarda las inversiones en transición energética.

Sin embargo, todavía hay grandes desacuerdos entre Francia y Alemania, dos de los grandes países que construyeron la UE y el mercado único y que están priorizando sus intereses nacionales por encima de los europeos.

Francia defiende su energía nuclear, mientras que Alemania opta por proteger su industria, desoyendo las recomendaciones de expertos y grandes firmas internacionales como Ernest & Young y PWC, que instan a evitar la fragmentación de los mercados y a buscar medidas armonizadas que no pongan en peligro el mercado interior de la UE ni socaven el interés común de todos los Estados miembros.

Unidad en los desafíos comunes: La reforma del mercado eléctrico europeo

En este contexto, es imperativo que España, durante su turno en la presidencia de la UE, inste a los Estados miembros a demostrar su unidad y a enfocarse en abordar los desafíos comunes. Estos retos incluyen el desarrollo de mercados de capacidad para garantizar un suministro estable y la flexibilidad del sistema eléctrico, así como la consolidación de la importancia de las redes de transporte y distribución. Esto permitirá que los beneficios de un sistema energético descarbonizado lleguen a todos los consumidores.

Ernst & Young, en su informe “Análisis de la Propuesta de Reforma del mercado eléctrico de la UE”, sostiene que las nuevas normas deben evitar la segmentación de mercados asegurando que las medidas no pongan en peligro ni los mercados interiores ni el funcionamiento del mercado eléctrico en la UE.

Las otras dos cuestiones centrales en el análisis de la reforma del mercado eléctrico son, por un lado, el desarrollo de los mercados de capacidad de forma que su evolución asegure la firmeza y seguridad del suministro, así como su flexibilidad. Los analistas de la firma advierten sobre la necesidad de realizar análisis desafectados y realistas que eviten distorsiones para no afectar al funcionamiento de otros instrumentos como los contratos de compraventa a largo plazo.

Y por otro lado, planificación de las redes, que debe anticipar las necesidades de los sistemas energéticos para no obstaculizar los vitales procesos de electrificación y descarbonización industrial, por lo que “la metodología de retribución debe ser clara y precisa para incentivar las inversiones necesarias”, explica la consultora.

Estos próximos meses van a ser decisivos para afinar una reforma del mercado eléctrico que permita superar los grandes retos a los que se enfrenta Europa en un escenario más sostenible y digitalizado. Evitar las tentaciones populistas o intervencionistas con visión a corto plazo es fundamental para alcanzar un objetivo común que requiere un análisis honesto y en profundidad que tenga en cuenta a todos los actores del mercado.